Hijos e hijas de la explotación reproductiva

La historia de Jéssica KERN

Jessica Kern es hija nacida por gestación subrogada comercial, tiene 39 años hoy, cuando grabó su testimonio tenía 36 años. Cuenta en el vídeo que no tiene ya relación con su madre de intención, que cuando descubrió que fue producto de un contrato de subrogación se sintió un objeto de compra venta. Reflexiona sobre el daño que este tipo de relaciones contractuales producen en las relaciones familiares, y lamenta la existente diferencia de clase social entre la donante de óvulo, la madre gestante, y la madre social, o madre de intención.

Jéssica es consciente que es un producto de un contrato de gestación subrogada, y reconoce toda la empatía que siente por las personas con problemas de infertilidad, pero no cree que sea justo pasar el trauma de la infertilidad a terceras personas. Además expone sus reticencias con las diferencias socio económicas respecto a las mujeres que donan los óvulos, que también forman parte importante de este sistema, y además las mujeres gestantes. Se cuestiona que no haya razones que justifiquen que estas mujeres pongan en riesgo su vida y su salud, para facilitar este servicio, o esta práctica, para terceros.

Reconoce en el testimonio que ya no mantiene relación con la madre social, así llama a la madre de intención, o la persona que pagó por ella, la que la crió. También repara y profundiza en que el daño que se produce con la separación de la madre biológica y el bebé es suficiente como para evitar este tipo de situaciones.

Lamenta que no haya estudios suficientes sobre los padres intencionales, que sí pone seguridad en la idoneidad de los mismos, tampoco sobre los donantes de gametos, con los que luego se componen sus familias. A diferencia de las adopciones. Reconoce que desde su punto de vista, la gestación subrogada daña a mujeres y menores. Y afirma que los que recurren a esta práctica son personas cuyas necesidades o deseos se cubren con dinero, comprando lo que necesitan.

«Y eso realmente daña la relación familiar cuando creces y eres adulta y te das cuenta.» Jessica Kern

Fuente: FeministasRadicales.es

Fuente: The Center for Bioethics and Culture Network

 La historia de Bridget

Bridget fue una niña abandonada en Ucrania por sus «padres» intencionales, eran norte americanos. La rechazaron porque tenía retraso en el desarrollo, una discapacidad. Los clientes no estaban satisfechos con ella. Por ejemplo, cuando nacen con síndrome de Down, malformaciones o enfermedades congénitas, los compradores suelen abandonar a estas criaturas, la madre evidentemente legalmente no puede hacerse cargo de ella, y son los servicios sociales quienes han de hacerlo. También suelen ser descartadas por sus compradores antes de nacer mediante la imposición a las madres de abortos selectivos. No solo si tienen una malformación, también incluso si nacen con el sexo no deseado, o exigido por contrato.

Para sus compradores, era «defectuosa», ellos habían pagado por un producto con garantías de calidad, sin defectos. Su hermano gemelo murió al nacer. Y es que se «habían gastado mucho dinero para fabricarla». Los clientes, «todo incluído estandar» buscaban al bebé perfecto, seguramente gente bien, con sus creencias, familia y amistades modélicas, que amenazaron con denunciar a la enfermera que la cuidaba por amor, de manera voluntaria, si no dejaba de «acosarles» con noticias de Bridget.

En realidad la madre subrogada estaba embarazada de tres embriones, a uno le hicieron lo que las clínicas en su cinismo llaman «reducción fetal», con dos era bastante, otro murió prematuramente, y Bridget nació prematura. Hoy Bridget tiene 7 años, fruto del execrable e infinito egoísmo humano, de su avaricia y escandalosa práctica de la trata humana.

Y ha nacido, y está viva. Su madre, estuvo con ella 5 meses, después, la cuidó hasta hoy la enfermera Marina Boyko, que acudía con regularidad a visitarla al orfanato. La buena noticia es que Bridget encontró a unas buenas personas que la están intentando adoptar para darles lo que necesita, el amor de una familia. El asunto estaba en 2022 en trámites.

Ellos son Phillip y Kristie Graves, estadounidenses, padres que tienen 3 hijos biológicos y una hija adoptiva originaria de Armenia y con espina bífida. Bridget hasta el año pasado permanecía en el orfanato, bajo la amenaza de las bombas. Los Graves han completado todo el papeleo y pudieron visitarla en diciembre de 2021, cuando se registraron oficialmente para ser sus padres. Se suponía tendrían un juicio el 10/02 Eso no sucedió porque el juez enfermó de Covid y fue hospitalizado. Entonces se suponía que íban a tener noticias el 25/02. Y empezó la guerra en Ucrania el día 24/02

La adopción está en espera hasta que Ucrania comience a procesar las adopciones otra vez. A fecha de hoy, aún no sabemos como está el asunto. Estaremos pendientes.

La historia de Seraphina Harrel

Seraphina Harrell, acaparó todos los medios en Estados Unidos porque la madre de alquiler que la dio a luz a la bebé por haberse negado a abortar, falleció en 2019.

Su historia es muy triste, falleció pocas semanas después de cumplir ocho años. En 2012, cuando Crystal Kelley, la madre de alquiler de Seraphina, estaba a mitad de su embarazo, una ecografía mostró que tenía múltiples defectos congénitos graves. La pareja que contrató a Kelley para gestar a su bebé le ofreció 10.000 dólares para que abortara.

Kelley se negó y se trasladó de Connecticut a Michigan, donde, según la ley de ese estado, ella sería la progenitora legal del bebé y no la pareja que la había contratado. Poco después de nacer Seraphina, la familia Harrell de Massachusetts la adoptó. El conflicto entre Kelley y la pareja que la contrató atrajo la atención nacional y marcó un punto de inflexión para la gestación subrogada.

Hace 12 años, las agencias y los abogados que organizaban los contratos de subrogación, a veces no se aseguraban de que las madres de alquiler y los futuros padres estuvieran de acuerdo en cuestiones importantes, como la conveniencia o no de interrumpir el embarazo si se descubrían anomalías en el feto. El caso de Seraphina «ayudó» a cambiar esa situación. Blindando aún más los contratos en favor de los clientes.

«La gente se enteró de este caso y se asustó ante la posibilidad de saltarse pasos. Eso es bueno para el sector», fueron palabras de la abogada de los compradores. El conflicto entre Kelley y la pareja que la contrató atrajo la atención nacional y marcó un punto de inflexión para la gestación subrogada.

Seraphina tenía siete hermanos mayores, y pudo vivir ocho años felices junto a su familia. «Todos la echan muchísimo de menos. Era el centro de nuestra familia. Era nuestro corazón y nuestra alma», dijo Harrell. «Durante los ocho años que vivió, tuvo una vida plena», dijo su padre, Thomas Harrell. «Tuvo mucha alegría en su vida y dio alegría a mucha gente de formas que a veces no se esperaban». Historía vía CNN

Olivia Maurel (Pincha aquí para conocer la historia completa)

Les he hecho una traducción parcial de la historia de esta madre que descubrió Ana Deram en Tik Tok, que además es hija de la explotación reproductiva. He traducido tres vídeos que condensan lo más importante de su experiencia, y que forman parte de su historia y su posición respecto a la práctica de la gestación subrogada, de la que ella es fruto. Por ahora hay más de 14 vídeos porque va respondiendo a las preguntas de los usuarios. Nacida por gestación subrogada esta mujer explica que está en contra de explotación reproductiva. Al comentario de una usuaria: «cuando encargo un BMW Full Options, en un concesionario, y lo pago, es mi coche, no es del fabricante, contigo pasa lo mismo.»

Olivia, bastante afectada le responde como podrán ver en el vídeo con todo detalle, con el mismo símil, cuando se encarga un BMW con todas las opciones en un concesionario y lo pagas, que aunque el coche sea suyo, la marca seguirá siendo la misma, y su marca, siempre será su ADN. Podrá elegir el color de ojos, el sexo, de ahí a que se parezca al encargo de un coche en un concesionario, pero la marca es la marca. Y hay un contrato por medio, una empresa que vende la gestación subrogada, porque la gestación subrogada, se quiera o no, es venta. «Y lo peor, el reinicio del programa incluído.”

Maurel muestra todas las opciones que se pueden marcar en un contrato, y la variedad de precio en función del destino de compra. Si quiere un esperma limpio de VIH o hepatitis, subirá la factura en 4850€, cada petición extra aumentará la factura considerablemente. 

Supo que fue fruto de la subrogación no porque se lo contara su padre biológico o su madre adoptiva, sino porque su suegra le regaló un test de ADN, porque ella se olía algo, siempre lo supo. lo sentía. Algo no iba bien, sus padres le mentían. El test es legal en Francia desde marzo de 2023. Tampoco sabe porqué tardaron tanto en legalizarlo. Entre otros resultados, había hecho match con una prima y un tío. Los contactó. Ella le preguntó que donde nació y supo de quien hablaba, entonces fue a hablar con su «medio hermano», este le presentó a sus 4 medio hermanas.

Y estos le presentaron a su madre biológica. Parece que ha conseguido perdonar a su padre biológico por mentirle toda su vida, y a su madre adoptiva, la social, pero a quien no perdona es a su madre biológica, porque dice que siendo madre no lo comprende, la ha gestado, llevado 9 meses y la ha «largado por un cheque». Incluso si es para ayudar a una familia para tener un hijo, para ella es insoportable saber que su madre la ha abandonado. Que ahora que es madre y ha tenido 3 hijos, lo comprende menos. Y está absolutamente en contra de la gestación subrogada. Terrible el daño que esta práctica puede llegar a hacer no solo a las madres, sino a los hijos.

Responde a la pregunta:

«Sin embargo, no habrías nacido sin la gestación subrogada»

Su respuesta: Efectivamente, no habría nacido, y no son pocas las veces que me gustaría no haber nacido, días que la ansiedad, la depresión, el trauma son demasiado para mí, hay veces que los pensamientos de suicidio son mayores que las ganas de vivir, hay veces que la necesidad de no existir prevalecen a la existencia, o las ganas de vivir, no es fácil hablar de ello, tengo una herida abierta, intento curarme con psicoterapeutas, psiquiatra, mi familia.

Sigue en contacto con sus medios hermanos y la vieron cuando su madre estaba embarazada. Pero no en persona. Por red social. Sobretodo para saber a nivel de salud. Algún día le gustaría conocerlos son de EEUU.

También arremete contra los partidarios de la explotación reproductiva por criticarla, les dice que no tienen derecho a hacerlo porque ella tiene derecho a opinar y es su opinión y su vida. Y tiene todo el derecho a hablar. Y que su herida viene del hecho que le han mentido. Su herida viene de que su madre la ha abandonado cuando nació por un cheque. La madre gestante de EEUU, firmó un contrato de gestación subrogada tradicional, lo que significa que puso su propio óvulo, hace algo más de 30 años. en 1991.

Es una historia tristísima, una hija que sufre porque su madre la entregó nada más nacer, porque ni siquiera la quiso coger en sus brazos, cuando en realidad, el sufrimiento era tan grande para esa madre que no la quería coger porque sabía que no podría dejarla marchar jamás.

1991, nacida de madre de alquiler, el testimonio de una hija de la explotación reproductiva. Sus razones para estar en contra de la gestación subrogada:

1 Comercialización del cuerpo humano, explotación de mujeres pobres

2 Adoptar es la mejor opción

3 Violación jurídica de la dignidad de una persona. Comercialización de seres humanos. Contrato cuyo objeto es el menor. La madre es una simple vasija.

 4 Y más importante, nadie piensa en el interés del menor. En cómo le afectará a la larga. Su caso es es claro ejemplo de cómo le ha afectado en su vida saber que es hija de la explotación reproductiva.

Bebé Gammy

En países en los que se ha legalizado alguna de las modalidades de esta práctica, como ocurre también aquí en nuestro estado de Tabasco, ha llegado a pasar que se abandona a las criaturas cuando su aspecto o características no responden a los deseos de las personas contratantes. La llaman “no satisfacción del servicio” y permite rechazar a bebés que no sean del sexo solicitado, cuyo color de piel no sea el esperado o que presenten alguna enfermedad o discapacidad. Un caso internacional muy sonado fue el de Baby Gammy, en 2013. Una mujer tailandesa de nombre Janbua fue contratada como gestante por una pareja australiana, Wendy Li y David Farnell. Ella dio a luz gemelos, uno de ellos con síndrome de Down. La pareja australiana solo quiso a la niña y dejó al niño, Gammy, al cuidado de Janbua, que lo crio como suyo a pesar de las dificultades, empeoradas por su situación de vulnerabilidad económica y social. El caso fue muy polémico, entre otras razones porque más adelante se supo que David Farnell tenía acusaciones de pederastia. En 2016, la Corte Familiar decidió que Gammy se quedaría en Tailandia con Janbua, y su hermana gemela Pipah viviría en Australia con los Farnell (nótese, sin preocuparse por el riesgo de que la niña sufriera abuso sexual del padre). En respuesta a los numerosos problemas a que dio lugar el caso, Tailandia decidió cerrar la práctica de la maternidad subrogada. Actualmente sólo está disponible de forma altruista, para matrimonios heterosexuales de origen tailandés, y es requisito que las madres gestantes tengan una relación de parentesco con la pareja solicitante. 

Rodolfo

En México tenemos también el famoso caso de Rodolfo, que nació en diciembre de 2015 de Laura, contratada para gestar por la Fundación Ayudando a crear Familias. El niño presentó complicaciones de salud. Laura lo cuidó durante todo el tiempo que el pequeño estuvo enfermo e internado en el hospital; después lo registró con sus apellidos y los de su esposo, ante el abandono de Eduardo, el padre biológico. Este apareció tiempo después, el 10 de julio de 2017, y le pidió al niño a la madre so pretexto de hacerle unas pruebas de ADN. Ella accedió y él desapareció con todo y niño. En opinión de Laura, las autoridades se negaban a actuar. Alerta Amber México atrajo el caso; aparecía la ficha de búsqueda del menor pero fue desactivada. Después de varios meses lejos de su familia, Rodolfo fue localizado en Tijuana y puesto bajo custodia del DIF municipal, hasta que a fines de octubre pudo regresar con su madre. Este caso es emblemático porque pone de manifiesto el abandono al que se exponen los niños producto de los vientres de alquiler y la poca protección a sus derechos.

Niña comprada en India por pedófilo israelí.

Otro caso reconocido fue el de un ex convicto por pedofilia que contrató un ‘vientre de alquiler’ de una madre india, para tener una hija en 2013. El hombre fue condenado a prisión por abusos a menores que estuvieron a su cargo. Una vez en libertad, aprovechó un vacío legal en Israel y se convirtió en padre de una niña por medio de la explotación reproductiva contratada en la India. El caso salió a la luz por la denuncia de una mujer ante el Consejo Nacional del Menor de Israel. La organización reveló que no existe posibilidad legal de retirarle al progenitor la custodia de la menor, ya que el procedimiento por el cual se convirtió en padre fue intachable. A lo sumo, la relación entre padre e hija está bajo supervisión de las autoridades sociales, y el progenitor ha sido obligado a recibir asesoramiento especial psicológico.

Recién nacido comprado por 8000$ para abuso sexual. USA

En 2013 también, el pedófilo de Queensland, Indianapolis, Peter Truong, que compró un recién nacido por 8.000 dólares y luego permitió que hombres de todo el mundo abusaran del niño, fue condenado en un tribunal estadounidense a 30 años de cárcel. Se enfrentaba a 40 años, pero la jueza de distrito Sarah Evans Barker tuvo en cuenta la disposición de Truong a colaborar con las autoridades para conducirla hasta otros pedófilos. La pareja de Truong, Mark Newton, de 42 años, también de Queensland, fue condenado a 40 años de cárcel. Según la fiscalía, ambos compraron el niño a una mujer en un país «extranjero», que se cree que era Rusia, y luego lo transportaron por todo el mundo para mantener relaciones sexuales con más de media docena de hombres, todo ello antes de que cumpliera seis años. Truong se declaró culpable de un cargo de conspiración para explotar sexualmente a un niño y de conspiración para poseer pornografía infantil. Truong y Newton fueron detenidos en Los Ángeles en 2011 y el niño fue puesto bajo custodia protectora.

Gemelas abusadas desde los 27 días durante 7 meses. Australia.

Otro caso relacionado con la pedofilia es el de un hombre de la región de Victoria  que se declaró culpable de abusar sexualmente de sus dos hijas gemelas y de dos sobrinas de Nueva Gales del Sur en un caso que sin duda se esperaba avivara el debate sobre las leyes internacionales de gestación subrogada. El hombre ya abusaba de sus sobrinas cuando se gastó 44.000 dólares para que las gemelas fueran concebidas en el extranjero utilizando un óvulo de donante, con la clara intención de explotarlas sexualmente. Comenzó a abusar de ellas cuando tenían 27 días y continuó durante siete meses. Según la Policía Federal Australiana, el hombre también produjo algunos de los materiales de explotación más depravados jamás vistos. Se descubrió que el hombre había accedido a pornografía infantil durante décadas. Las leyes sobre gestación subrogada -incluidos los aspectos legales de la gestación subrogada internacional- ya están siendo examinados por una comisión parlamentaria federal de Australia. Pero es evidente que se necesita un instrumento internacional. En abril de 2016 se declaró culpable de 37 cargos, entre ellos la producción de casi 17.000 imágenes y vídeos de abusos a menores. En casi 300 imágenes y vídeos aparecían las gemelas, que nacieron en Asia, en marzo de 2014, utilizando un óvulo donado de Ucrania. El país de nacimiento de las gemelas se mantiene oculto, pero el centro al que acudieron el hombre y su mujer presume de haber ayudado a decenas de parejas australianas a tener hijos. Recordemos que Australia tiene «regulada» la gestación subrogada «altruista».

Bebé Manji

El verano de 2009 nació una niña llamada Manji, fruto de un vientre de alquiler indio. Las madres de alquiler suelen ser mujeres pobres y sin estudios de pueblos rurales. Las clínicas de fertilidad les pagan entre 4.500 y 5.000 dólares por gestar y cobran el doble a sus clientes, muchos de los cuales proceden de fuera del país. En este caso, el acuerdo se complicó no porque la madre de alquiler quisiera quedarse con el bebé (una preocupación habitual de quienes contratan a una madre de alquiler), sino porque la pareja japonesa que eran los «padres intencionales» se había divorciado. El marido seguía queriendo criar a Manji, pero su ex mujer no.

El padre se encontró en un callejón sin salida. India exige que un niño sea adoptado legalmente antes de salir del país, pero prohíbe la adopción a los hombres solteros. Al padre de Manji se le denegaron los documentos de viaje para el bebé. La situación recibió amplia cobertura en los medios de comunicación indios y mundiales, y se convirtió en una crisis jurídica y diplomática.

Finalmente se permitió a Manji viajar a Japón, pero el debate sobre la maternidad subrogada ha continuado en India. Grupos de defensa de los derechos de la mujer y otras ONG reclaman regulación y supervisión, y se preguntan si la maternidad subrogada comercial es una buena idea.

La historia del niño que nació con rasgos asiáticos

«Engañado, voy dejar en adopción a este niño que no es mío».
Es la historia de una pareja de estadounidenses que recurrieron a la explotación reproductiva para tener un bebé. Pareja que busca una madre de alquiler. Esta historia apareció publicada en Reddit, donde ellos mismos se desahogaron. Como recordatorio, en Estados Unidos, a falta de legislación federal, cada Estado aplica sus propias normas en materia sobre este mercadeo humano de la maternidad subrogada. En su post, el padre de intención describía lo encantados que estaban él y su pareja de haber encontrado por fin la mujer que llevaría a cabo el embarazo. Y se repetían que el bebé no sería suyo, ya que ellos aportaban el material genético. Sin embargo, cuando nació la criatura la pareja no tardó en darse cuenta de que algo no había salido según lo previsto. Y por una buena razón: mientras que sus compradores, los que aportaban los gametos, eran ambos de piel blanca, ojos azules y pelo rubio, el recién nacido tenía el pelo negro y rasgos asiáticos. En ese instante pidieron que se realizaran pruebas de ADN para comprobar si el bebé era realmente suyo. El veredicto: el bebé tiene la mitad de la composición genética de su madre, mientras que su padre no tiene ningún parentesco con él.

Finalmente, tras una investigación, se estableció que se había cometido un grave error durante la fecundación in vitro. Continuando con su historia, el hombre rechazó al bebé y pidió que ese bebé fuese adoptado por alguna pareja, ya que no era suyo, y se produjo una reacción extrema que indignó a los asiduos al foro porque el bebé sí está biológicamente vinculado a su mujer. Si utiliza la biología para justificar que tiene derecho moral a renunciar al bebé, la mujer estaría renunciando inmoralmente a su hijo. La explicación que dio en el foro fue:

«No nos importa la etnia, sólo nos molesta que el bebé no sea nuestro, si fuera blanco y no mío nos habríamos enfadado igual. A la madre de alquiler también se le rompió el corazón cuando le contamos lo sucedido, pero no puede permitirse quedarse con el bebé porque ya tiene cinco hijos.»

Un caso que aunque no único y sí excepcional, debería ser suficiente para que esta práctica fuese prohibida ipso facto en cualquier lugar del mundo. No se juega con la vida humana. Mucho menos con con la de los bebés, como si fuese un self service, o piezas de recambio que de usar y tirar a nuestro antojo, que hablamos de vidas humanas.

Alexa

(continuará)

Seguirá… (artículo en constante actualización)

Teresa Domínguez

No seré una mujer libre mientras haya mujeres sometidas

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ASI, pedofilia y pederastia, explotación reproductiva, desde una perspectiva internacional y feminista

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