Es curioso como algunas personas muy favorable a la explotación reproductiva, y algunos medios, justifican la práctica con los testimonios de mujeres que supuestamente se han prestado a ser madres gestantes porque son ángeles, porque querían ayudar a una familia o bien lo han hecho por amor o altruismo. Esas historias que vemos de la mano de los llamados «padres de intención», o bien de las clínicas, o de algunas empresas del medio, nos indican que estas mantienen una maravillosa relación con los progenitores de intención. Incluso muestra material gráfico y sonoro que corrobora dicho mensaje con argumentos similares. Sin embargo todos los testimonios son muy parecidos, y la mayoría transmiten el mismo mensaje, mantienen el mismo formato. Lo que resulta verdaderamente extraño es no encontrar testimonios en sentido contrario. Por pura estadística eso es imposible. Dados simplemente los casos que se conocen de de mala praxis.

Según Sthephanie Caballero, abogada especializada en #GestaciónSubrogada una gestante, solo debe contar su experiencia, es decir:

  • «Estás haciendo realidad a alguien un sueño – esa es tu historia». Punto.

 

Porque, según la experta, en Estados Unidos es legal, pero en la mayor parte del mundo es ilegal y es necesaria la privacidad ya que podría amenazar su unidad familiar de las personas que acceder a la práctica de la maternidad subrogada, y ponía el caso práctico de una pareja española, de Madrid en 2019, de más de 50 años, que además de madre de alquiler, usaron donante de óvulo en el proceso.
De ahí, que la abogada dijera:

  • «It’s not your story to tell

Y básicamente, limítate a decir lo que tienes que decir, (y se te paga para ello.)  Además, el contrato tiene cláusulas de confidencialidad que firman las partes, a no revelar información personal o confidencial sobre la otra parte obtenida durante el proceso No sólo términos médicos, sino sobre las identidades de las otras partes o del menor. Y por supuesto para publicar en redes o medios, necesitan el permiso de la otra parte, con lo que es muy difícil que encontremos testimonios de madres que cuenten su auténtica experiencia.

 

La identidad del menor solo puede ser divulgada por los compradores, nunca por la madre que que dio a luz el o los bebés, por supuesto, tampoco el marido de la misma. Y salvo que intervenga un tribunal, por algún litigio, (véase el caso de Kelly Martínez) aún así los clientes tendrán que ser informados inmediatamente.

Y a pesar de litigio, se sigue exigiendo en contrato, tomar medidas razonables para mantener la confidencialidad y privacidad. De modo que los clientes siempre estarían blindados, y la madre gestante se procuraría estuviese con la boca cerrada.

Curiosamente lo que se fomenta económicamente son los testimonios favorables. No solo de madres, sino de clientes «satisfechos». También se pagan las captaciones de clientes por parte de otros clientes, ya sean progenitores por gestación subrogada, que hacen labor de captación a través de asociaciones, incluso en sus propios domicilios, tipo reuniones de tupper.

Los testimonios gráficos se pagan adecuadamente, en 2018 ofrecían reembolso de 1000€ por grabar unos minutos en vídeo a clientes. Algunas empresas pagan a mujeres gestantes comisiones de 2000$ por referir a otras mujeres. En Estados Unidos pueden llegar a pagar incluso a cualquiera que convenzan a mujeres que después sean candidatas a para gestación subrogadas, hasta 3.500$ y 500$ para la referida. (Anunciado en tic tok). Y a compradores por traer a otros clientes. En Francia leí que algunas empresas pagaban a clientes mediadores 2000€ por referido. ¿Cuánto pagan por el testimonio de madres que se ofrecen por necesidad a gestar y parir un hijo o donar óvulos cuando salen con los compradores (salvo excepción)?