Por AITANA1967YO
“Tengo que volar, aunque solo tenga un ala”
No pude ver en su momento el documental “Volar”. Un film que da testimonio de nueve mujeres que han sobrevivido a la violencia de género. Me hubiera gustado mucho haberlo visto. Tengo que conformarme con un pequeño resumen en abierto.” «Volar» es una película dirigida por Bertha Gaztelumendi en la que nueve mujeres con un pasado de violencia de género relatan en primera persona sus experiencias y su recorrido vital. Emakunde pone a disposición de las instituciones y entidades que quieran proyectar una copia de la misma.” De todas formas, es suficiente para intentar, solo intentar aproximarse a lo que estas mujeres han tenido que enfrentarse y como desde diferentes opciones, seguramente han trascendido o superado esta injusta y terrible situación para “volar de nuevo”. El film se estrenó el 27 de septiembre de 2017 en el Zinemaldi de Donostia.
Estas nueve mujeres comparten un fin de semana en el campo, alejadas de su vida diaria. Mujeres de distintas edades y con profesiones también muy distintas. La película muestra como los estereotipos sociales y culturales no nos dejan ver que cualquier mujer puede sufrir violencia y maltrato. Mujeres, arquitecta, profesora de universidad, empleada de limpieza, secretaria, profesora de castellano, una estudiante, cuidadora de personas mayores, una voluntaria… Durante esos dos días conversan sobre su vida, hablan también de cuando las cosas empezaron a no ir bien. Explican del valor necesario para interponer la denuncia, dejar de callar y lo que esto representa, un antes y un después en sus vidas. Se reconocen unas en otras sin necesidad de las palabras. “Las une el coraje de haberse enfrentado al infierno de esa violencia, de haber sobrevivido y también de querer dar un sentido al sufrimiento padecido. Y ponen a disposición de otras mujeres y de la sociedad su recorrido vital, sin ningún victimismo”. Enlace
Bertha Gaztelumendi es periodista y Máster en Estudios de Paz y Resolución de Conflictos por la Universidad de Bradford (Reino Unido), en la actualidad investiga contratada en la Cátedra de Derechos Humanos y Poderes Públicos en la Universidad del País Vasco. Ha dirigido los documentales Mariposas en el hierro (2012), testimonios de mujeres que han sido víctimas de distintos tipos de violencia, Nigar franko egingo zuen aitak (2014), con testimonios sobre la posguerra en Amasa-Villabona y Las buenas compañías (2015), cortometraje codirigido con Nuria Casal. Recuperación de parte de nuestra memoria colectiva feminista.
“En 1976, había en el Estado más de 350 mujeres encarceladas por delitos como adulterio, aborto y prostitución, cuya amnistía fue una de las principales reivindicaciones del movimiento feminista de la época. Ese mismo año tuvo lugar la detención de 10 mujeres y un hombre en Basauri, acusadas de haber abortado o haber practicado abortos. Ante esto, un grupo de mujeres feministas de Errenteria se organizó para ayudar a cruzar la frontera a mujeres que querían abortar”.
Emociona y esperanza que esta película se haya rodado porque estas nueve mujeres lo han querido así, también que de este compromiso valiente y de la fuerza de sus testimonio haya surgido algo tan maravilloso que servirá para que aprendamos como por fin erradicar este horror que vivimos las mujeres en todo el planeta. Esperanza, porque normalmente como mujeres callamos y sobre todo hemos silenciado lo que más nos hiere y duele. “…escuchaste una declaración de principios familiares…” y sociales diría yo, “…”impropios”, te tragaste una mentira, te impidieron hacer lo que sentías, forzaste tu opinión según lo esperado por los demás, debiste tomarte la sopa menos deseada: como dice el refrán “si no te gusta, dos platos…” Diana Paris. Mandatos Familiares. Enlace
Las protagonistas de ’Volar’ durante la presentación en el Zinemaldia.“Se trataba de que la sociedad viera cómo es el día a día de una mujer que sufre maltrato, cómo les ha limitado. Nadie que no lo ha sufrido se puede imaginar los que es sufrir maltrato”. Bertha Gaztelumendi
“No hace falta que te abran la cabeza para que sea violencia de género”, “mientras él siga ahí yo nunca seré libre”… Las nueve mujeres están de acuerdo en que la sociedad no sabe realmente ni se puede imaginar lo que es sufrir maltrato. También se quejan de los políticos: “La violencia de género no vende en las elecciones”. Estas mujeres, protagonistas del documental participan en coloquios y charlas en Euskadi, relatando y dando testimonio de su experiencia de “supervivientes”. Han podido salir de ese infierno.
Según Emakunde, “la película surge a iniciativa de las nueve mujeres protagonistas de la misma y es el fruto de su comprometido y valiente trabajo contra la violencia de género”
“Gaztelumendi tiene claro que al final es la propia víctima la que sale adelante, cuando decide en su interior que ya basta.”
La psicogenealogía nos muestra que la interacción entre los genes y el ambiente es constante. Existen unos modelos familiares y sociales que heredamos; silencio ante lo que nos duele y daña, vergüenza, duelo, olvidar agravios y afrentas sucumbir en la nada aunque la situación que sufrimos sea de descarnada y extrema violencia contra nosotras. Denunciarlo, compartir, explicar, gritarlo ayuda que nos curemos, podamos sanar y trascender ese dolor para transformarlo en bálsamo y auxilio para las mujeres que lo sufren y para otras. “Les une el coraje de haberse enfrentado y haber sobrevivido a la violencia y también de querer dar un sentido al sufrimiento padecido”. Bertha Gaztelumendi
“Ahora tratan de dar un sentido al sufrimiento padecido. “Me siento muy orgullosa de lo realizado”, explica una de las protagonistas. “Orgullosa y generosa por ser capaz de mostrar mi vida, mis sufrimientos, pero también mi capacidad de superación. Las víctimas de violencia de género somos supervivientes y por eso quiero decir a otras mujeres que pueden estar pasando por lo mismo que yo pasé que se puede salir. Nosotras [en referencia las nueves protagonistas del documental] hemos dado el paso de visibilizarnos y los hemos hecho como mujeres fuertes, superando el estigma de víctimas que nos ha acompañado toda la vida””.
Caperucita Roja de James Finn Garner
¿Por qué, Caperucita Roja?
“Érase una vez una persona de corta edad llamada Caperucita roja que vivía con su madre en la linde de un bosque. Un día, su madre le pidió que llevase una cesta con fruta fresca y agua mineral a casa de su abuela, pero no porque lo considerara una labor propia de mujeres, atención, sino porque ello representaba un acto generoso que contribuía a afianzar la sensación de comunidad. Además, su abuela no [1] estaba enferma; antes bien, gozaba de completa salud física y mental y era perfectamente capaz de cuidar de sí misma como persona adulta y madura que era. Así, Caperucita roja cogió su cesta y emprendió el camino a través del bosque. Muchas personas creían que el bosque era un lugar siniestro y peligroso, por lo que jamás se aventuraban en él. Caperucita roja, por el contrario, poseía la suficiente confianza en su incipiente sexualidad como para evitar verse intimidada por una imaginería tan obviamente freudiana…”
“…Caperucita Roja, la de los rizos
rubios, tiene el corazoncito tierno como un
panal…
…Caperucita es cándida como los lirios
blancos…
…El lobo fabuloso de blanqueados dientes,
ha pasado ya el bosque,el
molino…
…Tocan dedos a la entornada
puerta…
…De la arrugada cama dice el Lobo:
“”¿Quién va?…
…Caperucita ha entrado, olorosa de
bayas…
…”Deja los pastelitos; ven a entibiarme
el lecho”.
Caperucita cede al reclamo de amor…
…El cuerpecito tierno le dilata los ojos.
El terror en la niña los dilata también.
“Abuelita, decidme: ¿por qué esos
grandes ojos?”
“Corazoncito mío, para mirarte bien”…
Y el viejo Lobo ríe, y entre la boca
negra
tienen los dientes blancos un terrible
fulgor…
…Ha arrollado la bestia, bajo sus pelos
ásperos,
el cuerpecito trémulo, suave como un vellón;
y ha molido las carnes, y ha molido los
huesos,
y ha exprimido el corazón…
Gabriela Mistral
Los “lobos” y las “manadas” no son algo nuevo, han existido siempre, y así lo expresa Gabriela Mistral en su poema, más cerca de la mentalidad realista medieval; desgraciadamente tan igual o parecida a la actual violencia que se ejerce contra las mujeres. Muy alejada de la visión romántica que nos contaron los hermanos Grimm. El Lobo no siempre es castigado. Es más, la castigada en infinidad de ocasiones es Caperucita. Así el cuento, en su versión clásica, actúa como un farolillo rojo. ¡Cuidado Caperucitas! No os salgáis de la senda. El bosque es peligroso. No estaréis a salvo. La “curiosidad” no es buena compañera. Nada de explorar, aventurarse, experimentar, en definitiva salirse de los caminos marcados. El poema, nos lo dice, cuidado con el amor romántico, si, ese que nos han vendido desde siempre a las mujeres, con la candidez, con la entrega sin límites y sin condiciones… “Caperucita cede al reclamo de amor…” Es una niña por encima de todo curiosa; Eva, Pandora…son también mujeres desobedientes, curiosas. ¿Por qué, la curiosidad en las mujeres parece desde siempre ligada al desastre, a la catástrofe, al “pecado”, a la condenación de ella misma como mujer y de toda la humanidad?
Imagen extraída de Iconologia (1593) de Césare Ripa.
“La curiosidad es el apetito desenfrenado de quienes tratan de saber más de la cuenta”.
“Durante el siglo XVII, los filósofos naturalistas comenzaron a sentir curiosidad por la Naturaleza cuyo funcionamiento no era evidente. Se representaba la Naturaleza como una mujer cubierta de velos que había que ir arrancando con tretas y engaños (experimentación y observación) para descubrir sus secretos.”
“Ambas, Curiosidad y Naturaleza, se representaban como mujeres a las que los hombres debían domesticar…”. Ana Ribera Molinos. La curiosidad tiene nombre de mujer. Mujeres con ciencia.
La curiosidad en los hombres es contemplada de otro modo muy distinto. Exploran, curiosean, investigan. Se encuentran seguros, no hay “lobas ni manadas” que atenten contra su integridad y seguridad. Viven en el mismo bosque, pero para ellos es mucho más seguro y confortable que para nosotras. Están descubriendo y desarrollando el mundo del conocimiento humano. Para muchas mujeres “la libertad si tiene precio”. El precio que pagamos por aventurarnos, explorar, conocer por nosotras mismas, experimentar, pero para todo esto necesitamos sentirnos seguras, respetadas. Desarrollar nuestra propia identidad como mujeres y no solo como hijas, hermanas, madres, esposas o parejas…Los hombres escapan más fácilmente de estos mandatos que pueden llegar a esclavizarnos. El miedo, la inseguridad, nos paraliza, nos encarcela, no nos deja aventurarnos, elegir, crecer en definitiva. Los seres humanos necesitamos crear y soñar pra transformar el mundo.
Ofelia, la protagonista de “El laberinto del Fauno”, es también una niña, curiosa y desobediente. Una adolescente de trece años que inicia un viaje para poder escapar de un padrastro, capitán del ejército franquista, que maltrata a su madre. Un ser fantástico, un fauno, le hará una revelación sorprendente. Es una princesa, una de verdad; con coraje, valentía y curiosidad sin límites. Ella no lo sabe, pero los suyos hace mucho tiempo que la esperan. En el film el capitán Vidal simboliza el machismo cruel de una España franquista. Carmen es maltratada brutalmente, a él solo le interesa el hijo que ella está gestando. Mercedes y Ofelia son invisibles, no existen.
“…la idea central…es la del choque entre brutalidad e imaginación…una pequeña fábula que está a favor de la desobediencia, porque creo que el primer paso de la responsabilidad es la desobediencia, es pensar por uno mismo.” Guillermo del Toro.
“Sol, Luna y Talía” o cuando violador y violada fueron felices y comieron perdices.
En la Edad Media, como en cualquier otra época, ser tomadas en su sexualidad sin el deseo o el consentimiento era abuso. La historia social y cultural continua enviando “bombas” en forma de mensajes velados o más o menos implícitos. Si nos encontramos sumidas en el “sueño-pesadilla” que es la inacción, la parálisis, la espera, el miedo, no advertiremos que podemos despertar. “Con ayuda, la indefensión aprendida en quienes soportan violencia se puede transformar en actitud de autodefensa” Diana Paris. Mandatos Familiares.
“Las hadas no son siempre “bellas” por fuera, pueden ser peludas…y morenas, que están dentro de nosotras y que salen cuando dices ¡basta!” La Cenicienta que no quería comer perdices.
Decir ¡Basta!, puede resultar muy difícil para muchísimas mujeres. Según un artículo publicado en el periódico 20 minutos de Barcelona el 23 de julio por Puri Caro el 73,9 % de las mujeres catalanas que han sufrido violencia machista no lo han denunciado. Solo el 26,1 % de las victimas lo han dado a conocer (1 de cada 4). Estremece también el dato que refiere que el 56% de las agresiones se han dado en locales de ocio, espacios públicos o transportes colectivos. La calle no es un espacio seguro para las mujeres. El 44,3 % de las mujeres que han sufrido agresiones machistas procuran no salir solas a la calle y un 22,5 % admite que introduce cambios en sus hábitos cotidianos. En la encuesta el 64,4 % de las catalanas reconoce haber sufrido un episodio de violencia machista alguna vez en la vida. De este 6,.4 el 12 % de agresiones se han producido en mujeres antes de los 15 años, agresiones muy graves y en la mitad de los casos los agresores forman parte del entorno de la víctima: El #MeToo no es solo un hastag, es una realidad que a muchos incomoda. Es un clamor de ¡basta! Individual y colectivo. Un dato más, el 3 % de los hombres encuestados al ser preguntados consideran que obligar a su pareja a mantener relaciones sexuales no es violencia. O que impedir que la pareja hable con otros hombres tampoco es ejercer violencia para el 5,9 % de los hombres encuestados.
Estand contra el machismo EUROPA PRESS
Muchas veces, no es fácil decir ¡No es No!, actuar, defenderse, denunciar, salir y volar de nuevo. “La complejidad que encierra la problemática de la violencia contra las mujeres hace necesaria una actuación en diferentes campos y desde diferentes perspectivas. Una de las más importantes es la prevención, ya que son bien sabidas las dificultades que tienen las mujeres en abandonar al maltratador, incluso aquellas que reciben ayuda psicoterapéutica, aquellas que no tienen hijos o las que disponen de recursos económicos propios…”Nos obligan a plantearnos un estudio multicausal, sin dejar de lado las causas de tipo económico y social, profundizando según las autoras en las causas de origen emocional y psicológicas que nos arrojen luz sobre el porqué las mujeres llegan a sufrir y soportar el maltrato físico y psicológico…”que nos conduce necesariamente al análisis de la propia condición de la mujer en nuestra sociedad y a plantearnos una serie de acciones que conduzcan a la prevención…” Los programas preventivos según las autoras y autor deben estar dirigidos tanto a chicas como a chicos ya que acabar con el maltrato supone cambiar los modelos de género socialmente dominantes. Priorizando a las mujeres porque son el colectivo más vulnerable. Montserrat Moreno Marimon, Alba González y Marc Ros extraen sus conclusiones de una investigación llevada a cabo en la Universidad de Barcelona de una muestra de 200 personas, chicas y chicos universitarios de entre 18 y 25 años, que cursaban las licenciaturas de Pedagogía y Arquitectura. Cada uno de los sexos comparte entre si importantes similitudes en sus concepciones sobre el amor, que lo distinguen del otro sexo.
Las chicas comparten una idea del amor idealizado y presuponen entrega incondicional a la relación amorosa. “Piensa que tiene que complacer todos sus deseos para tenerlo a su lado. Tiene que hacer todo lo posible por no defraudar a la persona que quiere, porque ésta no le rechace” M20) En el mismo sentido del amor romántico e idealizado otra de las respuestas: “Solo vives por tu pareja,…cada vez que le ves parece que sea la única persona que existe…Como la quieres más que a tu vida, sabes aceptar sus defectos…Quieres mucho a esa persona y no puedes vivir sin ella,…su vida la necesitas para vivir, para ser feliz” (M21) También se observan en las respuestas sacrificio del yo, identificación con el otro y entrega total a sus deseos. Los vínculos de pareja se desean conservar por encima de cualquier otro tipo de consideraciones. Valoración de la auto renuncia personal en aras de satisfacer a la pareja. Las respuestas muestran un gran sentimiento de cuidado y protección del otro, incluso por encima de la satisfacción de las propias necesidades e intereses. Es sencillo, recordar que el 73,9 % de las mujeres catalanas que ha sufrido violencia machista no lo ha denunciado. “Dentro de la pareja, hasta un 12,4% de las mujeres han asegurado haber pasado por algún episodio de violencia machista durante la relación sentimental” PURI CARO @puricaro. El “amor romántico”, la renuncia, la idealización del otro, la entrega incondicional y el auto sacrificio personal nos puede llevar a no identificar la violencia de género que se ejerce sobre nosotras. La relación de pareja por encima de todo, nos coloca en una posición de pasividad, justificación y renuncia, prevaleciendo el papel de cuidadora y dadora de afecto. Es necesario recordar que el 12% de las mujeres que han manifestado haber sufrido agresiones han ocurrido antes de los 15 años. Enlace
En contraposición los chicos muestran una disposición mucho menor a la entrega total, la auto renuncia y al sacrificio personal. De esta manera se encuentran en menor disposición a saltarse las normas por amor, mayor contención emocional, es decir ponen límites a una relación amorosa. No todo vale! La relación no está por encima de todo.
“…Una de las consecuencias negativas del modelo de enamoramiento-amor que hemos contabilizado como el más frecuente en nuestras jóvenes es, pues, que las puede llevar a colocarse en un estado de indefensión emocional que les impida tomar conciencia del maltrato y, por tanto, oponerse a él, con lo cual llevar a cabo el abuso puede llegar a resultar muy fácil para un maltratador…” Monserrat Moreno Marimon. Alba González. Mar Ros.
Todo ello conduce a la necesidad de intervenciones que aborden todas las causas y consecuencias del maltrato, pero también a una clara necesidad de intervención entre las y los adolescentes que permita una modificación del modelo de enamoramiento que facilita dicha indefensión.
Enamoramiento y Violencia contra las Mujeres. Monserrat Moreno Marimon. Alba González. Mar Ros. Universitat de Barcelona. LOS FEMINISMOS COMO HERRAMIENTAS DE CAMBIO SOCIAL (II): DE LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES A LA CONSTRUCION DEL PENSAMIENTO FEMINISTA. Treballs Feministes. Compiladoras: Victoria A. Ferrer y Esperanza Bosch Fiol