Publicado en Blog @letra_escarlata

A raíz del artículo de BuzzFeed  en el que 14 mujeres comparten el 1º momento en que se dieron cuenta que eran #Feministas numerosas mujeres han querido dejar su propia historia, y aquí está su testimonio. Este es mi pequeño homenaje a estas grandes mujeres y mi forma de darles las gracias por hacerlo posible.

Creo que en muchas ocasiones no somos conscientes y nace poco a poco, comenta  en otras simplemente está latente y un día le pones nombre. Otras nace de escuchar y leer a grandes mujeres que nos dejaron un legado de lucha y pensamiento desde hace siglos. O a mujeres feministas de hoy.  Para Paka Díaz «las redes de mujeres, las escritoras, las poetas, las periodistas… todas eran mis maestras». Froda DelaComarca tropezó con el libro Vindicación de Wollstonecraft. Fue la última vez que le hizo la habitación a su hermano. Él tenía 18 años y ella 13. O Alicia Martín cuya madre empezó a leer a Lidia Falcón.

Isa Mastro empezó las prácticas de intervención social y se dio cuenta que había que plantear los proyectos con perspectiva feminista «porque la gran mayoría eran mujeres desplazadas por el conflicto armado, madres, viudas, campesinas que tenían sed de aprender.»

En otras observando a madres y abuelas. También la propia maternidad, luchar para criar a una hija en una sociedad repleta de violencia, agresiones sexuales, desigualdad, brecha salarial, roles impuestos, en este mundo machista nos hace feministas por necesidad:

«La maternidad me ha ayudado a comprender que sin feminismo el presente y el futuro no pueden ni escribirse ni vivirse.» Nuria Coronado.

Elen@ llama la atención sobre el menosprecio y la infravaloración. Sobre las agresiones que sufrimos «por ser mujer». De hecho hay mujeres que despiertan tras sufrir agresión física, sexual, psicológica, otras al conseguir sacar de dentro, años después, alguna situación traumática de abuso o violencia machista. «Incidente de dolor que te marca la línea donde tienes que arrancar e iniciar tu activismo» dice MamenPg. O siendo testigo de ellas como cuenta She – ra.

Como dice María O’Shea, empiezas a comprender que todas las mujeres que te rodean han sufrido algún tipo de abuso y comparten experiencias muy similares. «¡El activismo feminista es una fuerza reparadora y la energía de mis compas es vida!». Cuando eres consciente de tu feminismo, pierdes ese gran lastre que supone la educación patriarcal, te liberas de la «culpa». Te vuelves consciente, más libre, fuerte y en constante revolución.

Descubres el engaño de los roles de género, en casa, en el trabajo, en publicidad, en los medios, en las relaciones, deportes… como comenta  «Te das cuenta que la noche, las calles, los bares no son seguros para ti. Que la sociedad no te aplaude cuando rompes con lo que se espera de las mujeres y que en trabajo y política ellos tienen el poder.»

Mujeres que como : «de pequeña me «celaba» de mi hermano» eso decía su madre. En realidad como comenta, no eran celos, «era indignación contra un trato injusto».

También hay quienes despertaron con personajes como Mery Poppins y lecturas marxistas, un ejemplo fue  o fueron conscientes a la temprana edad de seis años como  El machismo en las instituciones, en lo machista que es la justicia con las mujeres comenta

‏ siguió el patrón de Iria G. Parente:

Hay experiencias que se nutren de la cotidianidad. Irisens se horrorizó porque un profesor le dijera a su prima de 13 años que no podía ir con shorts a clase porque iba provocando. Paloma Irazazábal se queja y es un tema que le duele. «Aún hoy, después de juegos Olímpicos salvados por mujeres, su presencia y reconocimiento en los medios es nulo. Nos echan de la realidad y de la historia sin miramientos.» O simplemente como Rebetm‏ «el cliché en casa» como Rosa Isabel cuando veía a su padre (que no fue malo, indica) salir a diario con sus amigos mientras su madre se preocupaba de que la cena estuviese lista . Algo que le parecía intolerable. Como a Silhouette o Seguridad Social. El dolor y la rabia de Teresa Casanovas o Virginia García.

El feminismo de Karla  nació al rebelarse contra su entorno. De las mujeres se espera siempre un papel en esta sociedad patriarcal. Ahí se dio cuenta que tenía dos maneras de ser mujer y elegío salir de casa y ser autosuficiente. Justo como Carmen Quintana que se rebelaba cada día por la diferencia de trato con sus hermanos, era rebelde antes de nacer, comenta, y por tanto feminista sin ser consciente.

María José‏ se licenció en económicas con toda la ilusión del mundo y comprobó que las mujeres lo tenemos más difícil para encontrar trabajo. Como dice Mar Escudero te das cuenta que algo no funciona bien y que ser feminista no es cuestión de ideología sino «de tener dos dedos de frente». FuenyPico también se dio cuenta desde niña que «tienes que luchar el doble para conseguir lo mismo».

Somos cada día más conscientes de nuestro potencial y hacemos valer nuestros derechos. Otras lo vamos descubriendo poco a poco. Túcomoyo no sabe realmente cómo y cuando fue consciente, fue una evolución natural frente a una educación machista. Y reconoce «También sé que me queda mucho camino todavía.» Luchamos por un mundo más igual y justo, y por derribar un sistema que lleva milenios fomentando la desigualdad y siendo cruel con mujeres y niñas. También luchamos por quien no puede hacerlo, como explica Agnetha Moranis. Y como dice Maite o Ana, no estamos solas.

Por eso somos feministas.


 

Aquí puedes leer todos los testimonios de estas mujeres, emotivos, potentes,  con rabia, también historias de algunos aliados del feminismo como Percebeido Gude que no te dejarán indiferente, o Berto Salesa. Gracias por la valentía y sinceridad. El futuro será feminista o no será, dicen, en ello estamos.

Terminaré con un TEDTalk con el que ilustro este artículo:
Vídeo subtitulado Chimamanda Ngozi Adichie: Todos deberíamos ser feministas

[youtube https://www.youtube.com/watch?v=85fqNwDKXfA&w=854&h=480]

Y ahora, si te apetece compartir tu experiencia, deja tu historia en los comentarios…
@letra_escarlata
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