Teresa Domínguez

Retrato de Zahra

Zahra, tenía 29 años, ya tenía tres hijos, y su situación precaria la obligó a alquilar su útero a una pareja que no podía tener hijos, su marido estaba en prisión por tráfico de drogas, y acudió a esta práctica por motivos económicos.  Nadie del entorno de Zahra sabía la verdad, excepto su madre, llevaba su embarazo en secreto,  y para ocultar su estado, evitaba salir de casa en los últimos meses de gestación. Para ella era un estigma tener que quedarse embarazada y entregar a su bebé.  
 
Nada mas notar el primer movimiento del bebé, se hizo realidad la amenaza del trauma psicológico, inició su proceso de desvinculación, pero ni siquiera así logró evitar el dolor y el impacto emocional de la separación de la criatura que llevaba en el sus entrañas, para luego entregárselo a los clientes que la contrataron. Después de nueve meses el vínculo ya se había formado entre ella y su bebé. 

El fotógrafo Mohsen Kaboli, en su serie «Madre sustituta» también retrata la vida de los «padres de intención» durante el proceso de gestación. La pareja que «alquiló el vientre» de Zahra son cristianos, y llevaban cuatro años intentando ser padres. Por ello decidieron acudir a esta práctica. Y también tuvieron que fingir el embarazo con un vientre artificial hasta la fecha señalada de parto. Para ellos resulta un estigma revelar el origen del bebé, por tanto, disimularon un embarazo. E incluso hicieron vida social para exhibirse. Acudiendo a fiestas y celebraciones y así mostrar su «estado» y su felicidad. Incluso posaron para un fotógrafo profesional con el fin de dejar el momento de «su feliz estado» inmortalizado.

 
La «Ley de alquiler de úteros» se aprobó en Irán en 2004, como medida para “combatir” la infertilidad que afecta a 1 de cada 5 parejas en el país, y para «reducir la estadística de divorcio». Es muy significativo el hecho de la imposición de la maternidad en culturas patriarcales, y cómo condiciona la vida de las parejas, que lleva a aceptar prácticas tales como la explotación reproductiva como un factor que reduce las estadísticas de divorcio. En Irán, la práctica de la gestación subrogada, es remunerada con hasta 1.000 euros (el equivalente a diez meses de salario mínimo en aquel país). Los vientres de alquiler, según Kiarash Aramesh, Tehran University Medical Sciences, se practican en algunas instituciones médicas bien conocidas en Teherán y en otras ciudades de Irán.  La mayoría de los eruditos sunitas no permiten la maternidad subrogada, sin embargo, la mayoría de los estudiosos chiítas han emitido decretos jurisprudenciales (fatwas) que la permiten para parejas legales.
 
 
 
Kaboli reconoce que ha conocido casos en los que la gestante ha creado tal vínculo con el bebé que después no es capaz de entregarlo, y otros de mujeres que piden a otras que les cedan sus úteros «por temor a perder su belleza por el parto».

El vídeo incluye una conversación con Mohsen Kaboli que cuenta en primera persona toda esta realidad. Lo difícil que le fue encontrar a intermediarios, clínicas de fertilidad, hospitales, que pudiesen colaborar a dar luz a un tema que aunque legal, es tabú. Nadie quería participar. Tampoco aquellos que solicitaban este tipo de «servicios», las parejas por lo general no querían hablar ni mostrar su identidad, menos aún las madres que se prestaban a ello, por lo general siempre en situación de precariedad.

Tras varios años de búsqueda, así fue como conoció a Zahra. Que bajo la premisa de la protección de sus identidad, al igual que la de los clientes, se prestaron a participar de este testimonio y nació el proyecto «Surrogate Mother (Madre sustituta)», un trabajo donde el fotógrafo retrata la controvertida realidad de los vientres de alquiler en dicho país.

Mohsen Kaboli, fotógrafo y licenciado en psicología, es el ganador de la 23 edición del Premio Internacional Luis Valtueña de fotografía humanitaria convocado por Médicos del Mundo, con su serie «Madre sustituta». El jurado le otorgó el premio “por su novedosa expresión fotográfica y por su acierto al abordar los matices y la complejidad del controvertido asunto de los vientres de alquiler con gran sensibilidad”. Premio que le fue entregado por Médicos del Mundo este año 2020. Mohsen Kaboli ha desarrollado toda su carrera en su país natal. Sus proyectos suelen ser de trasfondo social. 

«Su serie de diez imágenes «Madre sustituta» narra la experiencia de Zahra, que gestó un bebé para una pareja a cambio de dinero.  Tres hijos y un marido en prisión la empujaron a tomar la decisión.» 

Teresa Domínguez
“No seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”

Agradecemos a Médicos del Mundo y al Certamen Luis Valtueña la cesión del uso de las imágenes y del reportaje. Y su permiso de difusión.

Referencia:

Mohsen Kaboli, «Madre sustituta» Premio Luis Valtueña.

Vídeo de Médicos del Mundo