Por @letra_escarlata Publicado en Alegría Sin Fronteras
The Yellow movement: El compromiso de las jóvenes de Etiopía para cambiar la cultura del acoso sexual, la violación y la violencia doméstica. Para las mujeres, es el tiempo de hablar.
Jóvenes activistas feministas graduadas en la Universidad crearon en 2011 en Addis Abbeba un movimiento para empoderar a las mujeres. Para tomar conciencia sobre la violencia de género, para dar voz a las mujeres, una plataforma para contar los terribles testimonios sobre la violencia física y sexual que sufren, un compromiso para cambiar la cultura del acoso sexual, la violación y la violencia machista en su país.
No ha sido hasta 2016 que un país como Etiopía ha incluido la violencia de género como uno de sus indicadores. Según encuestas del gobierno, el 35% de las mujeres casadas han sufrido violencia sexual, psicológica o física por parte de sus parejas. Y el 59% ha sufrido violencia sexual en algún momento de su vida. De hecho las mujeres son sometidas a acoso sexual y abuso a diario. No solo acoso verbal, sino, tocamientos de sus partes íntimas. Pero como sucede en tantos países, las mujeres no lo denuncian. Principalmente porque nadie las cree, y también porque existe la mentalidad de culpar a la víctima.
Además de dar voz, recaudan fondos para ayudar a niñas a ir a la escuela, les proporcionan productos sanitarios básicos y materiales. Crean conciencia sobre la salud materna. Es un hecho triste y bien conocido que Etiopía tiene una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo y muchas madres mueren porque pierden sangre durante el parto. Cada día mueren durante el embarazo o el parto por una causa evitable. Casi 300.000 madres mueren al año. Cada minuto, mueren 6 recién nacidos a causa de problemas de salud de la madre. Son 8.500 recién nacidos al día. Más de 3 millones de niños al año.
El movimiento amarillo moviliza estudiantes de la Universidad para donar sangre bajo el lema: «Para salvar la vida de una madre»
De hecho, en las zonas rurales, son mujeres experimentadas del pueblo las que atienden a las gestantes en la penumbra de una choza de adobe y paja, sin ningún medio ante la más mínima complicación durante el parto. Una pequeña complicación, un sangrado de más, es motivo suficiente para acabar con la vida de la madre, como ha sido este caso.
De hecho este es uno de los grandes retos de la ONG Alegría Sin Fronteras, desde su Hospital de Gambo, disminuir la mortalidad materno-infantil formando a las trabajadoras sanitarias en las zonas rurales para asistir partos, ofreciendo a las madres comida, café y una asistencia médica. Atajar el problema de raíz, evitar que haya niños y niñas huérfanos, que las madres puedan ser madres y las niñas, niñas con infancia.
Volviendo a The Yellow Movement, otro de sus importantes campos es crear conciencia sobre el activismo de género, sobre el apoyo a mujeres maltratadas y abusadas, sobre violencia machista. Involucran a estudiantes a asumir la responsabilidad del cambio que quieren ver en el campus, ciudad y país. Los desgarradores testimonios de niñas y mujeres han sido la inspiración de lucha de este movimiento.
Quizás recuerden la desgarradora historia de Hanna Lalango, la estudiante etíope de 16 años que fue asaltada cuando volvía a casa en el autobús del colegio. Cinco hombres la secuestraron en 2014. #JusticeForHanna.
Tras retenerla durante unos días, en los que fue violada en numerosas ocasiones, la abandonaron en la calle. Días después moría a causa de las heridas. Etiopía ocupa el puesto nº 127 de 142 en el Índice de desigualdad de género. Lo terrible de la historia es que la sociedad etíope, ni los medios se hicieron eco, y eso levantó una indignación inmensa.
El caso de Tejnesh Leweg’neh también fue terrorífico. En 2015, con 15 años, fue secuestrada por tres hombres. Como se negó a casarse con uno de ellos, la empujaron por un precipicio y quedó con parálisis de cintura para abajo.
La violencia hacia las mujeres es transversal, incluso las mujeres con altas posiciones sociales sufren abusos sexuales todos los días en Etiopía. Cualquiera que esté dispuesto o dispuesta a invertir tiempo y energía para crear un mundo más seguro para niñas, niños y mujeres puede ser miembro de The Yellow movement.
«Las mujeres somos el frente del cambio en este país. Y sabemos que eso es una clave para tener éxito. Las sociedades no pueden prosperar sin la fuerte participación de las mujeres.»
Por @letra_escarlata