Ilustración: Suranya Aiyar
El argumento de que la subrogación puede ser ética, siempre que no sea comercial y se haga de forma "altruista", no se sostiene. Puede ser hora de reconsiderar nuestra postura sobre este tema.

Artículo original de la Dra Catherine Lynch traducido por @letra_escarlata
Acerca de este artículo y en colaboración con http://saveyourchildren.in/

Los derechos de los niños en las tecnologías reproductivas.
Mientras que estas se discuten en términos de «derechos» de los adultos a tener niños, en muy pocas ocasiones este tema se trata desde la perspectiva de los derechos de los niños.
De unos años a esta parte un prominente mercado internacional ha proliferado en La India (y Ucrania*). La gestación subrogada se regula o se prohibe en la mayoría en los países, pero no fue hasta el año pasado que el gobierno indio la reguló con un proyecto de ley. Dicho proyecto proponía prohibir la gestación subrogada internacional y comercial, permitiendo solo la altruista entre familiares residentes. La Dra Catherine Lynch discute la ética de la gestación subrogada, poniendo como eje a los niños, por la abolición de toda forma de gestación subrogada.
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Toda gestación subrogada es cruel para los bebés humanos

Toda gestación subrogada es cruel para los bebés humanos, porque incluso la llamada «subrogación altruista» exige la separación del recién nacido de su madre gestacional cuando cada aspecto, cada célula, cada deseo de ese recién nacido, está orientado a estar en el cuerpo de la madre gestacional, para mamar y buscar comodidad y seguridad.
Como hija adoptada, me quitaron al nacer de mi madre gestacional, con los senos atados durante tres días en otra habitación mientras yo gritaba por ella, y mis registros del hospital reflejaban mi creciente angustia. Los adoptados de todo el mundo dan testimonio de sus batallas con depresión e ira, las dificultades para confiar y el apego, y una profunda sensación de pérdida y aflicción causada por la pérdida de sus madres al nacer. Estudios científicos demuestran que la separación materna-neonato en los meses cruciales después del nacimiento altera la frecuencia cardíaca, el sueño y otros sistemas biológicos del bebé, lo que predispone al niño a dificultades posteriores que pueden incluir dificultades emocionales y de relación, trastornos mentales y enfermedades.
Debemos tener en cuenta lo que sabemos sobre el trauma y la confusión de la separación de la familia natural, especialmente de la madre biológica, experimentada por los adoptados, al tomar una visión centrada en el niño con respecto a la maternidad subrogada.
El argumento de que la gestación subrogada puede ser ética, siempre que no sea comercial y se haga «altruistamente» para un pariente o amigo, no se sostiene. Kajsa Ekis Ekman en «Ser y ser Comprada: Prostitución, Subrogación y el ser dividido» señala que «si se legaliza el procedimiento y una mujer tiene un hijo como se establece en un contrato, el riesgo de que se desarrolle un mercado negro aumenta». Al igual que la trata es una consecuencia de la prostitución, la subrogación comercial y altruista son niveles diferentes en la misma escala”.
En Australia, la aviso de Ekman se ha confirmado. Somos los mayores consumidores de vientres de alquiler en el extranjero a pesar de que la gestación subrogada altruista sigue siendo legal en Australia. Los estadounidenses y británicos también son dominantes entre los compradores extranjeros en India a pesar de que la gestación subrogada comercial es legal en sus propios países o estados.

no hay pruebas de que la gestación subrogada altruista frene el mercado comercial

Por lo tanto, no solo «no hay pruebas de que la gestación subrogada altruista frene el mercado comercial”, sino que Ekman también señala que, de todos modos, a todas las mujeres se les paga o compensa. Por ejemplo, con días festivos, un nuevo guardarropa, tarifas escolares para otros hijos de la madre gestacional, etc.
Si la gestación subrogada es altruista (en cualquier sentido limitado) o comercial, las cuestiones éticas fundamentales siguen siendo las mismas. Ekman lo resume bien:

la mujer se reduce a un contenedor

 

«la mujer se reduce a un contenedor. El embarazo se convierte en una función que sirve a los demás». La funcionabilidad siempre precede a la comercialización, como hemos visto en la prostitución. Para que eso se venda como algo separado del vendedor, primero debe constituirse como una función separada. Lo que sucede en la retórica de la maternidad subrogada altruista es que acostumbra a las personas a considerar el embarazo de forma subversiva, como algo que una mujer puede prestar a otros, si no lo «vende».
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El término «gestación subrogada altruista» no refleja de ninguna manera la experiencia del bebé neonatal con la subrogación. Esto muestra una trágica falta de empatía entre adultos y niños que se refleja en otros términos utilizados en el lenguaje de la maternidad subrogada. Por ejemplo, la gestación subrogada «tradicional» o «parcial» se usa para describir el abandono del propio hijo de una mujer, creado a partir de su propio óvulo. Ciertamente no es tradicional en la medida en que comenzó con las modernas tecnologías reproductivas. De lo contrario, la entrega del bebé simplemente no es diferente del abandono o la adopción de un niño «tradicional”.
Subrogación gestacional, se usa para describir a la madre cuyo hijo se originó como un embrión donado o comprado. Esta última situación tiene el problema de composición, para el niño así creado, de dividir a su «madre biológica» en dos: algo nunca antes hecho en la historia de la humanidad. En la prisa por abrazar los avances en la tecnología reproductiva, se ha prestado poca atención a cómo esto coloca al niño en un enigma moral y existencial.
Cuando algunos de los «padres intencionales” no es el donante, esto provoca otra fractura en la identidad del niño entre sus padres genéticos, gestacionales y legales. Dichos niños suplentes no están biológicamente relacionados de ninguna manera con sus padres legales. Con esto llega la pérdida de identidad: la ignorancia forzada del yo y del parentesco básico y las estructuras ancestrales. Este autoconocimiento, tan importante y tan intrínseco a la autoidentidad, crea un sentido de pertenencia y una vida significativa dentro del tejido de la conexión de parentesco / familia y ha sido fundamental para la cultura humana durante milenios.
Surrogacy Australia, una ONG australiana pro-subrogación, argumenta que permitir y regular la gestación subrogada comercial en Australia proporcionará seguridad para los derechos de los niños impidiendo que las personas los traigan del extranjero. Pero cuando los derechos e intereses de los recién nacidos son priorizados y debidamente considerados como deben ser, entonces es obvio que es la propia gestación subrogada la que viola los derechos de los niños y la que va en contra de sus propios intereses.

los gobiernos nunca deberían permitir que los seres humanos sean alquilados o vendidos

Legalizar la gestación subrogada solo lleva a la mercantilización de las personas y a la explotación de las mujeres. Y los gobiernos nunca deberían permitir que seres los humanos sean alquilados o vendidos. La gestación subrogada debe ser impensable en una sociedad moderna que asume que está en algún tipo de camino hacia una humanidad mayor o «mejor».
El proceso de modernización con su desarrollo de tecnologías reproductivas ha sido liberador en muchos aspectos, pero sin leyes que impidan que este proceso se lleve al extremo, la liberación podría modernizarse de forma tan implacable como para apartar a la gente de las costumbres de sus antepasados y quitarles su razones para vivir.
La gestación subrogada hace justamente esto, separ a las personas no solo de sus ancestros distantes en la mayoría de los casos, sino también, en todos los casos, de la persona más cercana a ellos: la madre que da a luz. O bien, en el más improbable caso, forzándola a ser simplemente una visitante o espectadora en la vida de su hijo o, como en la mayoría de los casos, borrándola por completo de su vida.
La madre gestacional es la única persona que el niño conoce cuando nace. Para cada niño, su «madre» es reconocida como la mujer que creó a ese bebé llevándolo dentro, de un embrión a un bebé completamente formado, a lo largo de nueve meses de gestación simbiótica, estableciendo la primera relación de esa persona con un adulto humano, cuya destrucción daña tanto a madre como a hijo.

La madre gestacional es la madre natural de su propio hijo

La madre gestacional es la madre natural de su propio hijo, ya sea que haya usado o no sus propios óvulos o le hayan implantado un embrión donado. Es urgente que las naciones de todo el mundo promulguen legislaciones que promuevan los derechos de los niños en virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derechos del Niño, que en su artículo 9 otorga a todos los seres humanos el derecho a no separarse de sus padres. Esta protección de la legislación se logra mejor mediante un reconocimiento explícito en las leyes nacionales, manteniendo nuestro compromiso de respetar los derechos de todos los niños a permanecer y ser criados por su madre gestacional.
La Dra. Catherine Lynch, JD, es abogada y académica australiana, con varias publicaciones sobre leyes y ética sobre adopción y maternidad subrogada. Es fundadora del Grupo de Acción de Derechos de Adopción de Australia
*Nota de traductora