Publicado en Alegría Sin Fronteras

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Un nuevo estudio de antropólogos de la Universidad de Bristol este mes de mayo ayudará a los activistas a enfocar su trabajo de manera mucho más concreta para erradicar la mutilación genital femenina #MGF en Etiopía.

Como contábamos en un anterior artículo, «Mutilando el dolorEtiopía lucha contra la mutilación genital femenina según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)  Etiopía es el segundo país de África con mayor tasa de mutilación genital femenina. Ha afectado a 23,8 millones de niñas. Cada año tres millones de niñas corren el riesgo de que les mutilen los genitales de alguna manera, principalmente antes de los 15 años. No vamos a entrar en los efectos a largo plazo de esta atrocidad, que quedó bien detallado en nuestra anterior columna, en esta ocasión nos vamos a centrar en el nuevo estudio de la Universidad de Bristol que abre nuevos espacios de trabajo activo con el fin de erradicar una práctica que se considerada atenta contra los derechos humanos de las niñas y mujeres.

La mutilación genital femenina tiene importantes implicaciones para la salud física, sexual y psicológica de las mujeres, y la eliminación de la práctica es un objetivo clave para los responsables de las políticas de salud pública del país, Etiopía tuvo que reconocer ante las Naciones Unidas que la práctica seguía siendo generalizada a pesar de la prohibición, sin embargo, aunque no existe una ley específica que aborda la mutilación genital femenina como una forma de abuso, el código penal ratificado en 2005, penaliza la práctica. 

Los investigadores de la Universidad se encontraron que en una comunidad rural, los Arsis, del centro sur de Etiopía, en la Oromía, dónde la práctica es común, la mayoría de las personas aunque no apoyaban la práctica cuando se les preguntaba directamente; métodos indirectos de investigación revelaron que existe una realidad bien diferente, un nivel elevado de apoyo a la mutilación genital por determinados sectores de la sociedad que aparentemente son contrarios a la misma. Y muy especialmente, que los individuos más propensos a mostrarse favorables a tal práctica, siempre de forma anónima, eran precisamente los hombres influyentes de más edad y aquellos que tenían cierto grado de educación y habían estado en la escuela. Lo que indica que la educación puede aumentar el ocultamiento, más que disminuir el apoyo a la eliminación. Al representar estos ancianos a los miembros más influyentes de la sociedad, su apoyo oculto a la MGF, constituye una barrera fundamental para eliminar la práctica en la comunidad.

Veinte años después de la primera declaración conjunta de la OMS y la ONU contra la mutilación genital femenina, la eliminación de la práctica sigue siendo un objetivo clave  de desarrollo no alcanzado.

Los antropólogos de la Universidad de Bristol la Dra. Mhairi Gibson y el Dr. Eshetu Gurmu de la Universidad de Addis Abeba pasaron seis meses en esta comunidad preguntando a los residentes sus puntos de vista sobre la mutilación. Según el comunicado de prensa emitido por la Dra. Gibson, la eliminación de la mutilación genital femenina es un objetivo clave para los responsables de las políticas de salud en las comunidades de alto riesgo, como partes de África y Oriente Medio. Sin embargo una de las principales barreras para lograr este objetivo es la ausencia de datos de buena calidad sobre el comportamiento y las actitudes sociales que sustentan esta práctica ilegal. Y es ahí dónde juega un papel fundamental el enorme trabajo realizado por el equipo investigador PLOS ONE ya que el nuevo método de cuestionamiento desarrollado

«Aborda el problema de que las personas pueden ocultar sus verdaderos sentimientos sobre un tema tan delicado, y proporciona información más precisa sobre los subgrupos que tienen los puntos de vista más sólidos en apoyo de la práctica». Dra. Mhairi Gibson

De tal manera que ahora tanto las personas involucradas, como activistas y legisladores pueden adaptar su trabajo apuntando además a los nuevos objetivos de cambio, como son los ancianos, los hombres influyentes de más edad y aquellos que tienen cierto grado de educación y poseen cierta educación y los métodos podrían usarse para proporcionar nuevos conocimientos sobre otros comportamientos culturalmente sensibles como la violencia de pareja, el sexo con riesgo y el matrimonio infantil».

«…se oyen las voces de las mujeres que se alzan en defensa de sus derechos y reclaman la igualdad entre hombres y mujeres… La mujer sigue atrapada en la sumisión. Se muestra oprimida y reprimida. La revolución de la mujer en África tiene que estallar.” Iñaki Alegría

*Extraído del libro de Iñaki Alegría “Alegría con Gambo. La mirada etíope que alimentó mi vida”. Cuyos beneficios al 100% se destinan a la ONG Alegría sin Fronteras
Galatoma Iñaki, gracias por mirarme,
Teresa Domínguez
@letra_escarlata

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