Publicado en Stop Vientres de Alquiler

Teresa Domínguez

Lo que no hace la ley española, lo hace la estadounidense: Según Bionews, el Departamento de Estado norteamericano ha informado a una pareja casada gay, que a «su hija sustituta» (textual) nacida en Reino Unido, no se le puede conceder la ciudadanía estadounidense. Un aviso a navegantes para todas las parejas estadounidenses que usan los vientres de alquiler o gametos de donantes para obtener un bebé fuera de los Estados Unidos. 

La niña nació en Inglaterra en julio de 2018 después de un acuerdo de maternidad subrogada en dicho país, y fue concebida con un óvulo donado y el esperma de uno de ellos, Gregg, (nacido en el Reino Unido de madre estadounidense y padre británico, que tiene doble nacionalidad.) 

Como su pareja no está biológicamente relacionado con el bebé, su nacimiento fue designado como «fuera del matrimonio» por el Departamento de Estado de los EEUU. Y como Gregg había vivido en los EEUU durante menos de cinco años, no alcanzó el umbral de calificación, y la solicitud de ciudadanía del bebé fue denegada. El bebé vive en los Estados Unidos con una visa de viaje, que tienen que renovar regularmente en Reino Unido. 

La pareja ha presentado una demanda por discriminación en un Tribunal Federal en Atlanta contra el Secretario de Estado, Mike Pompeo. Sin embargo, el Departamento de Estado argumenta que la ley no es discriminatoria, ya que se aplica a todas las parejas que usan la maternidad subrogada o gametos de donantes, para concebir un bebé fuera de los Estados Unidos. 

Pensamos que las razones más que relacionadas con la legalidad, que también, son de origen interesado. Estados Unidos no le pone fácil a sus ciudadanos que salgan de sus fronteras a hacer negocio en otros países. 

Nos preguntamos por qué en España se permite que los ciudadanos nacionales recurran al mercado exterior. El argumento fundamental del Tribunal Supremo es el fraude de ley. 

Nos preguntamos por qué se aceptan sentencias judiciales sin cuestionar siquiera el origen del menor, ni la forma en la que ha sido adquirido, mucho menos si tiene vínculos genéticos con los compradores. 

Nos preguntamos qué va a pasar con la instrucción que permite la entrada de menores, a pesar de que en nuestro país no es legal el alquiler de vientre (alquiler de mujeres). 

Nos preguntamos cuándo los organismos internacionales y los gobiernos, se van a plantear que, como afirma la relatora especial para la ONU, la llamada gestación subrogada, es mercantilización de niños y niñas. Es venta de bebés. 

Nos preguntamos por qué si el Parlamento Europeo ha sido tajante al afirmar que los vientres de alquiler socavan la dignidad de las mujeres. Se sigue permitiendo este tipo de actividad en Europa. (por ende en el mundo).

Teresa Domínguez

“No seré una mujer libre mientras siga habiendo mujeres sometidas”

Fuente: International Medical travel journal