Publicado en Nueva Revolución
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30 de julio como el Día Mundial contra La Trata
«Detenidos nueve por pertenecer a una red de explotación sexual«. «Las ocho ‘María Magdalenas’ prostituidas en España por un DJ nigeriano«. «Liberan a una menor obligada a ejercer la prostitución«. “Niños y niñas desaparecen de los centros de primera acogida con sus madres, quienes presentan indicios de ser víctimas de trata y dos menores nigerianas prostituidas en un cortijo en Andalucía”. «De jornaleras a esclavas sexuales en los campos de fresas de Huelva: la verdad oculta«. «Aumenta la trata con fines de prostitución en España«. «La denuncia de una ‘esclava sexual’ en Orense destapa una red de trata de mujeres». «Desarticulan en España red de trata que explotaba a venezolanas sexualmente». «La otra ‘trata de blancas’: así operan las mafias hondureñas en España» «España es el país con más esclavas sexuales de toda Europa.»
Podríamos seguir… Estos no son más que una muestra de titulares y noticias de «la esclavitud nuestra de cada día». El 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en España son esclavas sexuales del siglo XXI según datos de las Naciones Unidas.» Según Mabel Lozano, un referente dando la cara contra la trata «La prostitución va de la mano con la trata de mujeres». Así dejó un testimonio imprescindible para conocer esta realidad en su libro «El proxeneta». España es el país con más esclavas sexuales de toda Europa.
Además «Un millón de menores son víctimas de trata con fines de explotación sexual en el mundo«.
En enero de 2016, la agencia de inteligencia policial Europol estimaba que unos 10.000 menores habían desaparecido al cruzar las fronteras europeas. Niños hasta de cuatro años. Y en pocas palabras, nadie sabe qué ha pasado con ellos. Existe el temor de que los contrabandistas que les ayudan a cruzar la frontera están poniendo a muchos de esos niños en manos de traficantes de personas. Y esos menores luego terminan en la esclavitud con fines de explotación sexual o laboral. Según expertos, hay un número de agencias de la Unión Europea ubicadas en Italia y Grecia cuyo deber sería identificar a solicitantes de asilo, pero se están convirtiendo en centros de detención. Y muchos países en la ruta de tránsito hacia el norte de Europa los dejan pasar, haciendo la vista gorda, sin registrarles. La Convención de Dublín, que determina los procedimientos a seguir por los Estados miembros de la Unión Europea para examinar las solicitudes de asilo indica que las autoridades deberían averiguar si estas criaturas tienen familia en otro país del área. Por lo tanto, la Unión Europea no se está adhiriendo a las políticas que ella misma creó para proteger a los niños.
En 2013, la Asamblea General de la ONU sostuvo una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial contra la esclavitud de nuestros días. Los Estados miembros adoptaron la resolución A/RES/68/192 y designaron el 30 de julio como el Día Mundial contra La Trata. En la resolución, se señala que el día es necesario para «concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos». En 2015, los países aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y aceptaron cumplir los objetivos relacionados con la lucha contra la trata.
Esto quiere decir que los países que ratifican dicha resolución se comprometen a que se ponga fin a la trata y la violencia contra los niños y las niñas, a que se tomen medidas contra la trata en general, y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas y de su explotación. En 2016, se celebró la Cumbre sobre los Refugiados y los Migrantes en la que se aprobó la Declaración de Nueva York . por la que los países se comprometen a cumplir 19 puntos, tres de los cuales, precisamente, se centran en combatir la trata de personas y el contrabando de migrantes.
Como comentaba en mi anterior artículo, sobre esclavitud y trabajo doméstico, las cifras más recientes del Global Slavery Index (GSI) estiman que más de 45.8 millones de personas permanecen atrapadas en esta industria que mueve 150 mil millones de dólares. La esclavitud toma muchas formas, todas igualmente destructivas. Adultos y niños tratados como una mercancía o comprados y vendidos como ‘propiedad’ con restricciones impuestas a su libertad de movimiento. Trabajo forzado, esclavitud infantil, matrimonio forzado, extracción de órganos, comercio y explotación sexual, mendicidad forzada y para su uso como niños soldados, son formas definibles de esclavitud moderna que están creciendo en todo el mundo.
Por poner de relieve el caso de España, la legislación actual en nuestro país abarca todas las formas indicadas en el Protocolo de la ONU sobre la trata de personas. Las víctimas reconocidas por la Fiscalía General del Estado de la trata 2013-2014 son las que son pero según MOAS se estima que España ocupa el puesto 124 del ranking de 167 en el Índice Global de la Esclavitud «Global Slavery Index». Y que el número estimado de víctimas de la esclavitud moderna en nuestro país que sigue impune se estima en 105.000.
El número de migrantes crece a un ritmo más rápido que el de la población mundial, el mayor después de la segunda guerra mundial, y en 2015 ascendió a más de 244 millones. Sin embargo, hay aproximadamente 65 millones de personas desplazadas por la fuerza, de las cuales más de 21 millones son refugiados, 3 millones solicitantes de asilo y más de 40 millones desplazados internos. En el Documento de Nueva York . los estados miembros se reafirman también en la Declaración Universal de Derechos Humanos y recalcan que los refugiados y los migrantes tienen los mismos derechos humanos universales y libertades fundamentales. Se comprometen a luchar con todos los medios al alcance contra los abusos y la explotación que sufre el incontable número de refugiados y migrantes que se encuentran en situación vulnerable, además de compartir la responsabilidad de gestionar los grandes desplazamientos de manera humana, respetuosa, compasiva y centrada en las personas. Y condenar enérgicamente los actos y las manifestaciones de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia contra los refugiados y los migrantes, así como los estereotipos que se les suelen aplicar, especialmente los basados en la religión o las creencias. Y asumir un compromiso del proteger la seguridad, la dignidad, y los derechos humanos y las libertades fundamentales de todos los migrantes, sea cual fuere su estatus migratorio, en todo momento. La lucha contra la trata de personas, el tráfico de migrantes y las formas contemporáneas de esclavitud.
El Día Mundial contra la Trata se celebra el 30 de julio. Casi un tercio de las víctimas de la trata en el mundo son niñas (20%) y niños (8%), de acuerdo con los datos del informe elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. Las mujeres y niñas suman un 71% de la misma (Fig1). La trata es el segundo negocio ilícito más rentable del mundo. Por cada víctima de trata identificada, hay 20 sin identificar. El 36% es víctima de trata con fines de trabajo forzoso.
No existe un solo país inmune a la trata, a los trabajos forzados, y aunque el perfil de las víctimas ha cambiado, y principalmente son mujeres, el número de niños y niñas y hombres han aumentado en comparación a la de hace una década.
El tráfico sexual y el trabajo forzoso son las formas más usuales de explotación y tráfico, pero existen otras muchas formas de esclavitud, todas igualmente destructivas para las personas y las comunidades afectadas. Adultos y niños obligados a trabajar a través de coacción, o amenaza. Por propiedad o bajo el control de un «empleador», a través de abuso físico, sexual o mental. Y al menos 10 países han reportado tráfico para la extracción de órganos.
Los conflictos son también grandes fuentes de tráfico humano. Los refugiados que escapan de las guerras y la persecución son blanco fácil de los traficantes. Además la presencia de tropas crea situaciones de explotación laboral y sexual. Y los grupos armados, reclutan o secuestran a niños y hombres para usarlos como combatientes o esclavos. De igual forma reclutan o secuestran a mujeres y niñas para matrimonios forzados, trabajo doméstico y esclavitud sexual.
No podemos obviar que los más vulnerables son los niños y niñas, víctimas que se han duplicado desde 2004. Y dónde más se detectan es en el África SubSahariana y en América central dónde el porcentaje es aún mayor. Existen claras diferencias regionales con respecto al sexo de las víctimas infantiles detectadas. Los países del África subsahariana detectan más niños que niñas, lo que parece estar relacionado con la gran proporción de tráfico de trabajo forzado, niños soldados (en zonas de conflicto) y mendicidad.
En África del Norte y Oriente Medio, las víctimas detectadas por trata o esclavitud, se igualan. En América Central y el Caribe y el Sur América, por otro lado, las niñas son las que constituyen una gran parte de las víctimas, lo que podría estar relacionado con que la trata con fines de explotación sexual es la forma más frecuente detectada allí, adopciones ilegales, vientres de alquiler, trabajo forzado. En Norte América se igualan los porcentajes, y el origen de la explotación es mixto. Sin embargo en zonas como Asia central el 53% de las víctimas son hombres explotados para trabajo forzado.
En Asia del este y países del Pacífico, las mujeres y niñas siguen siendo en su mayoría las víctimas de la trata con fines sexuales, los matrimonios forzados, explotación reproductiva, aunque en algunos países dónde prevalecen ciertas creencias, religiones y culturas, y dónde se establecen sistemas de casta, existen casos de niños que son víctimas de matrimonio forzado, incluso de pederastia como los Bacha Bazi en Afghanistan. «Un término que se utiliza para la esclavitud sexual y la prostitución infantil, en el que los niños prepúberes y adolescentes son vendidos a hombres ricos o poderosos para actividades sexuales y de entretenimiento.» Wiki
Gran parte de este tráfico también toma la forma de servidumbre doméstica, en la cual las víctimas, que también en gran mayoría niños y niñas, son explotadas en hogares familiares incluso para saldar deudas. Los delincuentes pueden ser miembros de la familia, parejas que actúan en conjunto o individuos que atraen a víctimas del extranjero con la promesa de una vida mejor.
La esclavitud 2.0. La otra cara del trabajo doméstico (I)
La esclavitud 2.0. Los niños y el trabajo doméstico (II)
Alrededor de 23,000 víctimas traficabas con fines de explotación sexual fueron detectadas y reportadas entre 2012 y 2014. La gran mayoría de ellas eran mujeres y niñas Los pocos hombres que son objeto de trata con fines de explotación sexual se concentran en Europa occidental y meridional y en las Américas. Durante el mismo período, las mujeres también representaron un número considerable de las víctimas traficadas para trabajos forzados.
En 2017 se incluyó por primera vez el matrimonio forzado en las estadísticas mundiales de trata que muestran que «el dinero y la deuda» están en el corazón de la explotación. La trata de matrimonios forzados o simulados representa aproximadamente el 1,4% del número total de víctimas detectadas. Mientras que unos 24,9 millones de personas en todo el mundo quedaron atrapadas en trabajos forzados, explotación sexual, etc y 15,4 millones lo hicieron en matrimonios forzados el año pasado en 2016. Los niños representan más de 10 millones del total general de 45’8 millones. Lo que significa explotación, maltrato, aislamiento y falta de autonomía física y sexual. El 50% de los 24,9 millones de personas en trabajo forzado están bajo la esclavitud de deuda.
El documento de las Naciones Unidas afirma que esta forma de tráfico se dirige principalmente a las víctimas femeninas. No solo sucede en origen (Paquistán, Bangladesh, Somalia, India, Nigeria, Arabia Saudí, etc), en Reino Unido, según las estadísticas de la Forced Marriage Unit el 20% aproximadamente de los matrimonios forzados afecta a niños o jóvenes que denuncian los casan con una mujer que también va forzada al matrimonio, y es muy posible que tenga hermanas y sobrinas en situación de riesgo. De éstos, en torno a un 65% tienen un nivel alto de dependencia por discapacidad. Entre el 55% y el 70% de matrimonios en la comunidad paquistaní son entre primos. De éstos, un porcentaje similar son hijos (y nietos) de primos casados en una generación anterior. El número de deformidades congénitas es otro factor que ha visibilizado el matrimonio forzado. También sucede en un país como, Alemania, Australia, Canadá… En EEUU investigaciones indican que 15% de los casos involucra a víctimas masculinas».
La trata con fines de matrimonio forzado adopta diferentes permutaciones, desde los esquemas de inmigración irregular organizados en Europa, hasta las prácticas tradicionales en Asia central y Medio Oriente, y el comercio de mujeres para matrimonios en el sur-este de Asia. Las autoridades vietnamitas y chinas informaron de casos judiciales que involucraban el tráfico de mujeres de las zonas rurales del norte de Vietnam a China. A través de la contratación de personas vietnamitas con conocimiento local para encontrar niñas para matrimonios en China a un precio de 10.000 yuanes (aproximadamente US1.500$) por cada niña reclutada. Luego, los reclutadores trasladan a las víctimas a través de la frontera al territorio chino, donde son vendidas para matrimonio por un precio acordado.
Un modo diferente de tráfico ha surgido en la forma de grupo transfronterizo de delincuencia organizada que recluta mujeres centroeuropeas para matrimonios simulados en Europa Occidental. Los matrimonios falsos se utilizan para proporcionar a hombres asiáticos la posibilidad de obtener un permiso de residencia en la Unión Europea. Muchas de las víctimas detectadas tenían algún tipo de trastorno emocional o mental, lo que contribuyó a su vulnerabilidad a la coacción o el fraude. Una vez que llegan a su país de destino, las víctimas son encerradas en apartamentos, violadas y maltratadas física y psicológicamente para obtener su consentimiento para el matrimonio. Después del matrimonio, pasan a ser propiedad de sus ‘maridos’ y sometidas a abuso continuado.
Un mapa realizado con datos de Unicef demuestra que los menores de México, Brasil, Colombia, Perú y Argentina son los más afectados por los extranjeros que hacen uso de la prostitución de menores. Unicef calcula que alrededor de 1,8 millones niñas sufren la explotación sexual en todo el mundo. En India se desmanteló una red de venta de niñas en septiembre de 2017 en «paquetes turísticos» en dos modalidades. Una temporal, y otra a largo plazo. Los hombres ricos “se casan” con las niñas durante su estancia. como una forma de turismo sexual. El acuerdo a largo plazo permite que la niña viaje con “su marido” a su país de origen y sea usada como esclava sexual. Cuando el «marido» se cansa de ella, pasa a ser esclava doméstica o repudiada.
En los temporales un mediador, que también media en origen, prepara a 20 o 30 niñas para cada árabe rico en un hotel y él selecciona a una. A las rechazadas les paga 200 rupias (3 dólares) para que vuelvan a casa. Por la elegida, unos 150$. Los hombres traen un traje viejo de novias, jabones y camisón para la niña con la que se va a «casar». Ya se sabe, la religión. En el momento del matrimonio, los hombres firman documentos de divorcio posteriores a la fecha, para ser entregados a las novias después de que sus nuevos maridos hayan abandonado el país. Los matrimonios son oficiados por un musulmán, o qazi, que falsifica la edad de la niña “novia” para mostrarla como una adulta. La mayoría de las niñas no saben que serán abandonadas a los 15 o 20 días posteriores al “matrimonio”.
Prácticas de que se visten de «costumbre cultural», como el Bacha Bazi, o que se formalizan con falsos contratos de matrimonio, y es consentido a personas influyentes y con poder adquisitivo, prácticas atroces dónde niñas y niños son explotados sexualmente día a día.
El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, el 2 de julio de 2015, adoptó por unanimidad una resolución, copatrocinada por más de 85 estados, para fortalecer los esfuerzos para prevenir y eliminar los matrimonios infantiles, precoces y forzados. Sin embargo el drama continúa. ¿Se cumplirán los objetivos de la Agenda 2030 contra la trata.?
Europa
La trata con fines de explotación sexual es la forma más común de esta parte del mundo. De las 12.775 víctimas detectadas entre 2012 y 2014 alrededor del 67% fueron explotadas con fines sexuales y el 30% para trabajos forzados. La trata de personas para el trabajo forzoso incluye la explotación en una variedad de sectores, como la agricultura, la construcción, la limpieza comercial, la servidumbre doméstica, mendicidad, incluso tráfico de órganos. Además, las víctimas fueron traficadas por engaños y matrimonios forzados y por formas mixtas de explotación (usualmente involucrando una combinación de explotación sexual y algún tipo de trabajo forzado). Alrededor del 85% de las víctimas de la trata con otros fines eran mujeres, especialmente niñas. Según explica el documento de las Naciones Unidas, las mujeres y las niñas son en su mayoría traficadas con fines de explotación sexual y un 4% de hombres. Sin embargo, las mujeres, casi un tercio, también fueron traficadas hacia el oeste y el sur de Europa para trabajos forzados. En España el negocio mueve 18.000 millones€/año y este es el país con mayor demanda de mujeres que ejercen la prostitución de toda Europa.
Las personas condenadas por trata en Europa son principalmente de perfil masculino en un alto porcentaje. 86% hombre 14% mujeres.
Análisis Europa, los datos por países
Mi viaje a un lugar seguro como niño refugiado
Talvez conozcan esta apasionante historia real, inspiradora y reveladora memoria de fortaleza y supervivencia, la traumática huida de un niño de doce años de Afganistán a Occidente, que pone cara a una de las crisis humanitarias más impactantes y devastadoras de nuestro tiempo. «Arriesgar mi vida tenía que significar algo». De lo contrario, ¿para qué fue todo?.
En 2006, después de la muerte de su padre, Gulwali Passarlay fue atrapado entre los talibanes que querían reclutarlo, y los estadounidenses que querían utilizarlo. Para proteger a sus hijos, la madre de Gulwali los envió lejos, fue separado de su hermano por los traficantes y tuvo que hacer el viaje a solas. La búsqueda de un lugar seguro llevó a un niño de doce años a través de ocho países, desde las montañas del este de Afganistán a través de Irán y Europa hasta Gran Bretaña. Caminó por días, saltó desde trenes en movimiento y pasó dos semanas en una prisión de adultos en Turquía. Una vez en la costa, fue llevado a una embarcación con espacio para 20 viajeros. En el bote había 120 personas y, como era de esperar, se averió. Y en el último momento fue salvado. Gulwali soportó encarcelamiento, hambre, crueldad, brutalidad, soledad y el terror.
«Era la primera vez que había visto el mar. Estaba aterrorizado. Le dije a Dios: ‘No quiero morir aquí. No en el Mediterráneo. Mi mamá nunca sabrá si estoy vivo o muerto'», relató el menor.
A punto de ser deportado «desapareció» e hizo lo que miles de otros niños: dejó el campo de refugiados en Grecia. Otros niños que conoció tomaron medidas más radicales para no ser atrapados, se quemaban o cortaban las puntas de sus dedos para no ser identificados ni deportados. Finalmente Gulwali llegó al campamento de Calais, desde donde intentó viajar hacia Inglaterra una docena de veces. Un día tuvo suerte: se escondió en un camión que trasladaba bananas… Finalmente se le concedió asilo en Inglaterra, fue enviado a una buena escuela, aprendió inglés, ganó un lugar en una universidad superior y fue elegido para ayudar a llevar la Antorcha Olímpica en los Juegos de Londres 2012. Hoy Tiene 24 años. A Gulwali le tomó cinco años alcanzar su estatus de refugiado. Pero, por cada uno que lo logra, hay miles que nunca llegan a este punto.
Querido Gulwali: Empecé a leer tu libro hace unas semanas, he de reconocer que me ha llevado mi tiempo digerirlo, terminarlo, lo he leído a trocitos y si soy completamente sincera, tu historia resultaba demasiado dolorosa de leer de corrido. Lectura que he compartido y sobre las que hemos reflexionado mucho, incluso llorado. Tu madre tuvo que albergar mucho amor para dejaros marchar por vuestra seguridad. Como madre no puedo imaginar el terrible dolor de separarte de tus hijos tan pequeños, dejarlos ir por su bien. También te reconozco valentía para iniciar ese camino tan arduo y en tanta soledad. Tanto el físico, como el interior. Y no caer en el camino. Eres un ejemplo, especialmente para tantas personas que estamos en este lado de la orilla con los ojos y el alma cerrados. Tu libro además de contar tu experiencia trágica, es un canto a los corazones y las mentes de muchas personas que miran con desdén y miedo a los refugiados. Nos hace reflexionar y mirar a los ojos de aquellos que se ven obligados a partir de sus hogares y realizar un largo y difícil viaje hacia un lugar seguro.
Gracias de corazón por abrirnos los ojos un poco más.
Publicado en Kaos En La Red (sin permiso)
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