Publicado en El Salto Diario el #8M
Publicado en Nueva Revolución el #8M
Con la lustración de: ElTeto
Teresa Domínguez
Observen a la niña sin miedo, la famosa escultura que instalaron la firma de publicidad McCann New York – cuyo equipo ejecutivo tiene sólo tres mujeres entre once personas – y el administrador de activos SSGA – cuyo equipo tiene cinco mujeres entre veintiocho personas. La niña podría representar un punto de inflexión por la igualdad, en un mundo corporativo machista y con dificultades para abrir sus grandes puestos a mujeres. Sería inspirador si no fuera porque la realidad es que “la niña sin miedo” representa la condescendencia y el rol de las empresas capitalistas dominadas por hombres. Porque si de lo que se trata es de dar a conocer el poder de las mujeres en el liderazgo, lo que tienen que hacer las empresas es contratarlas, darles puestos de responsabilidad y pagarles tanto como a los hombres.
Existe un estudio de Bloomberg que demuestra que en Estados Unidos, los hombres en los consejos de administración tienen menos experiencia que las mujeres, y que las tres cuartas partes de los que son contratados son hombres sin experiencia previa. Por lo que el mito de «la preparación», tal y como afirmaba el «feminismo» de la concejala Botella, se cae por su propio peso. De hecho, el 32% (50% en el resto del mundo) de las veces, cuando se contrata a una mujer, esta ya ha tenido experiencia como cargo directivo. Según John Roe, director ejecutivo de ISS Analytic el 87% de los puestos se otorgan a dedo, a hombres que están ocupando cargos y por recomendación.
La verdad de la brecha según
Y aunque es cierto que la educación reduce las brechas salariales no podemos dejar de reconocer que apenas en el 4% de las empresas a nivel mundial ellas ocupan los cargos directivos más altos. Y además la brecha salarial puede estar en torno al 10%. En los puestos de menor jerarquía la diferencia es aún mayor. Estas diferencias se dan contemplando mismo nivel educativo y cargo. En Europa la brecha salarial oscila entre el 15 al 23% de España. Estamos en un país donde los contratos a tiempo parcial en su mayoría, el 70%, son ocupados por mujeres. Un total de 2,05 millones de puestos frente a 776.000 empleos de este tipo que ocupan ellos.
Si hacemos una radiografía de la situación de la mujer en la economía, según un estudio del Banco Mundial, sobre género y trabajo, somos el 51% de la población, ocupamos el 66% de los trabajos del planeta mientras que cobramos del 10% de los ingresos totales. Además poseemos solo el 2% de las propiedades o riquezas. Nuestra representación en política, que influye en las leyes y procesos de paz e igualdad, es solo del 21% de media.
Sin embargo, los gurús de la neoeconomía liberal siguen pensando y «gestando» nuevas ideas de producción para nosotras. La escritora y filósofa Ana de Miguel lleva tiempo advirtiendo del concepto de trabajo “productivo”, frente a la “improductividad” del “no trabajo”: Criar hijos e hijas, personas enfermas, discapacitadas, ancianas, lleva muchos años de cuidados enormes. También explica las últimas teorizaciones en universidades sobre nuevos «nichos» laborales «interesantes» para las mujeres. La compraventa de leche, pionero en La India, con su primer banco de leche materna, la prostitución, el porno, la venta de óvulos, la llamada “gestación subrogada” o vientres de alquiler. A medida que un país responde con una prohibición, el mercado se desplaza al siguiente destino. Esto es lo que se ha dado en llamar «bíoeconomía» o economía reproductiva, las nuevas oportunidades de «trabajo» exclusivos para mujeres (generalmente en necesidad). Y se preguntaba: “¿De verdad es necesario para la comunidad humana que haya personas que cumplan esa función “tan importante” para el «progreso de la humanidad?”.
“No será hasta que los hombres asuman la “esfera privada” que no alcancemos la igualdad real y efectiva.“ Ana de Miguel
8 de marzo: Día Internacional de la Mujer
El Paro Internacional de Mujeres (PIM) es un movimiento de mujeres creado como respuesta a la violencia física, psicológica, simbólica, económica y patrimonial que experimentamos en el mundo. Las movilizaciones y la huelga están convocadas en más de 150 países. Y son numerosos los que se unen al paro internacional de mujeres. Todo empezó un 3 de octubre de 2016, cuando las mujeres polacas, tomando como ejemplo el paro de las islandesas en 1975, hicieron un paro de un día para detener el plan para criminalizar el aborto. El gobierno inmediatamente frenó el cambio en la legislación. En Argentina, con paros en protestas por los femicidios crecientes y por la brutal represión que sufrieron en el Encuentro Nacional de Mujeres. La lucha feminista está dando la vuelta al mundo. En 2016, las trabajadoras indias de ropa de Bangalore estaban a punto de perder sus derechos de pensión. Pero miles se unieron en desobediencia. Bloquearon carreteras, y la policía se dedicó a golpearlas. Las fábricas entraron en pánico. El gobierno se rindió. La violenta violación en grupo de Jyoti Singh y su compañera de estudios en un autobús en 2012, en La India, propulsó al movimiento feminista y un año después se definió por ley lo que es una violación. Avanindra Pandey sobrevivió, pero Jyoti Singh murió el 29 de diciembre en un hospital de Singapur. La noticia dio la vuelta al mundo. Los medios nombraron a Jyoti Singh ‘Nirbhaya’, que significa ‘la valiente’; el movimiento que siguió también llegó a ser conocido por el mismo apodo. La ONG 50 Milliong Missing sigue denunciando el genocidio sistemático de mujeres y niñas 68 millones de «desaparecidas» desde 1986. Una de las mayores preocupaciones para su fundadora, la escritora y feminista Rita Banerji, es la amenaza que plantea la nueva identificación biométrica Aadhaar. Un sistema digital centralizado que el gobierno puede usar para la vigilancia y control de todos los aspectos de la vida de cualquier ciudadano. Los principales perjudicados y víctimas del sistema son los pobres, los ancianos, los analfabetos, los enfermos, los discapacitados y las mujeres. En un país donde las mujeres ya sufren un sistema policial y judicial muy corrupto, Aadhaar es su herramienta definitiva de terror y muerte. Un peligro para los derechos y la seguridad de la población femenina en La India.
En Irán las mujeres ganaron 18 de 290 escaños, el mayor número de mujeres en el Parlamento Iraní en la historia desde 1979, año en el que les fueron incautados muchos de sus derechos: el divorcio básico, los derechos de propiedad, la custodia de sus hijos, andar en bicicleta o mostrar su pelo. Irán (hoy) considera que los derechos de las mujeres son una «amenaza para la seguridad nacional». En 2017, 800 mujeres feministas apremiaron al Parlamento iraní a prohibir el matrimonio infantil y subir la edad de 9 a 15 años. Sin embargo el gobierno se negó a elevar la edad legal de matrimonio para niñas.
En Arabia Saudita hasta 2015 no obtuvieron derecho a voto. Y no será hasta junio de este año que puedan conducir. Con inmejorables relaciones con occidente, se da la paradoja de que este país preside en la ONU la Mesa de Derechos Humanos y participa en la Mesa por los derechos de la mujer. Actualmente los colectivos feministas están luchando con el apoyo de Human Right Watch por acabar con un sistema medieval de custodia masculina que les impide viajar, salir solas a la calle, las obliga a tener que cubrirse, y a no tener vida pública. #StopEnsalvingSaudiWomen #IAmMyOwnGuardian
Shirkat Gah es una organización líder en derechos de las mujeres en Pakistán. Iniciada como un pequeño colectivo voluntario de mujeres en 1975 y actúa como la oficina regional (RCO-Asia) de la red internacional Women Living Under Muslim Laws. Ha brindado apoyo a mujeres que han sido sometidas a matrimonios forzados y ha organizado y realizado campañas en torno a casos de «asesinatos por honor» de mujeres. También ha documentado prácticas consuetudinarias, incluidos los «crímenes de honor», que resultan en violencia contra las mujeres en todo Pakistán. Shirkat Gah también tiene centros de asesoría legal, investigadores en salud / derechos reproductivos, así como también violencia contra las mujeres y la igualdad ante la ley.
De Costa Rica a Zagreb, las mujeres emulan una historia que siendo ficticia se acerca peligrosamente a la realidad. Mujeres se visten como el cuento de la criada para protestar contra las propuestas de fundamentalistas. La mayoría de las propuestas de los partidos hacia las mujeres están relacionadas a labores de cuidado y una aparente obligación a reproducirse. Las próximas movilizaciones están planificadas para hoy así como el 1 de abril, ya que será la segunda ronda electoral en Costa Rica.
El movimiento feminista en América Latina es una de las expresiones más críticas y alternativas frente al pensamiento político, social y económico y han conseguido cambios sustanciales en el plano tanto de políticas públicas como de la propia concienciación de las mujeres de ser sujetos de derechos. América Latina es el continente más desigual en términos económicos y sociales y, según el informe de la CEPAL, el movimiento de mujeres toma cuerpo en escenarios políticos, transición de regímenes militares autoritarios, a procesos de democratización y de conflictos armados. La defensa de los derechos sexuales y reproductivos está en jaque, la violencia física, sexual o psicológica persistente contra mujeres y niñas. Sólo en Méjico cada minuto una niña se convierte en madre, cada hora secuestran a una niña. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el femicidio en Méjico se ha cobrado 44.000 mujeres y niñas en los últimos 30años. Un éxito de colectivos feministas es también la «Mesa acción aborto Chile» que ha dado como fruto la promulgación de la ley que despenaliza el aborto en tres causales.
Mientras, 603 millones de mujeres en el mundo viven en países dónde la violencia de género no es delito. 24.9 millones de personas son víctimas de esclavitud en el mundo según ILO, la trata supone el 19%, 4.1 millones de mujeres y niñas. La esclavitud laboral representa el 81% de los cuales el 71% son mujeres y niñas y con mayor porcentaje de mujeres migrantes y racializadas. De hecho, en Filipinas, el tráfico humano, la trata, no fue delito hasta 2003.
Las mujeres representan dos tercios de los 758 millones de adultos analfabetos del mundo, lo cual perjudica a todas las sociedades, frena el desarrollo y aumenta la brecha de género. A 130 millones de niñas en el mundo se les niega la educación, 51 millones solo en África, que se convertirán en 250 millones en 2030. 200 millones de niñas y mujeres han sido mutiladas. Todavía se practica en 29 países, concentrados en África y el Oriente Medio. En especial las mujeres racializadas sufren esta discriminación en mayor medida, y tienen mucha más dificultad para denunciarla y ser escuchadas.
Según la ONU 15 millones de niñas se casan antes de los 18 años. Hay 700 millones de niñas menores de 18 casadas en el mundo. Y los problemas de embarazo son las principales causas de muerte de niñas entre 15 a 19 años. La violencia contra las mujeres y las niñas es una violación grave de los derechos humanos, más de la tercera parte de las mujeres de todo el mundo han sufrido, en algún momento de su vida, violencia física y/o sexual infligida por su pareja o violencia sexual infligida por un extraño. Movimientos como #MeToo y sus derivados no son más que la punta del iceberg de una violencia estructural y sistémica.
Las demandas a Ban Ki-moon, Secretario General de las Naciones Unidas, se concretan en la exigencia de acciones inmediatas en contra de la violencia de género en todos sus aspectos, incluyendo el económico y en contra de todas las formas de discriminación por género, incluyendo la regulación de salarios para asegurar el pago equitativo en todos los Estados miembros. La plataforma también exige a la ONU que se posiciones y exija que estos adopten medidas reales para que los sistemas judiciales no sean cómplices de que los crímenes sexuales y la violencia machista queden impunes. Y a no tolerar que en base a sistemas religiosos las mujeres vean eliminados sus derechos, incluidos los reproductivos.
Este año, una de las prioridades de ONU Women para su 62º sesión de la Comisión del Status de las mujeres que se celebrará del 12 al 23 de marzo, se centra en los desafíos y oportunidades para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas rurales. El lema del Día Internacional de la Mujer es «El tiempo es ahora: las activistas rurales y urbanas transforman la vida de las mujeres».
Las mujeres rurales son más de la cuarta parte de la población mundial y representan el 43% de la fuerza laboral agrícola. En Asia Meridional y África Subsahariana, más del 60% de las trabajadoras se dedican a la agricultura y la ganadería y la diferencia en la remuneración entre hombres y mujeres que realizan el mismo trabajo en esas zonas puede llegar al 40%. Sin embargo, según FAO menos del 20% de los propietarios de tierras en todo el mundo son mujeres. Además en el 59% de esos países, las prácticas religiosas suelen discriminar a las mujeres y en algunos países se ha establecido explícitamente que las mujeres no tienen derecho a la tenencia, el uso, ni el control de la tierra. Estas mujeres cultivan las tierras y plantan semillas para alimentar a las naciones, garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades y generan resiliencia ante el clima. Y sufren de manera especial la violencia de género.
La igualdad de género es un elemento central de la agenda 2030 de la ONU, y las mujeres tenemos razones sobradas para parar hoy. En España más de 300 colectivos respaldan la convocatoria de paro general, de 24 horas. Esas asociaciones, reclaman «parar» el mundo en cuatro frentes, no solo el laboral. También estamos llamadas a secundar un paro en el consumo, los cuidados en la casa y la educación. Mientras, la posición de algunos de nuestros políticos ante la celebración de la huelga feminista es argumentar que es «confuso defender el feminismo atacando el capitalismo» o directamente considerarla «elitista, insolidaria y que promueve el choque entre hombres y mujeres». Un argumentario elaborado para justificar su negativa a respaldar este evento, proponiéndonos celebrar el día con una ‘huelga a la japonesa’, cómo si las mujeres no trabajasen ya, más que los hombres.
Como se expresa en el Manifiesto 8M: «La fecha del 8 de marzo es nuestra, internacional y reivindicativa. Queda mucho por hacer y nosotras seguimos luchando.»
Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas
“La participación plena, igual y efectiva de las mujeres es necesaria en todos los niveles de toma de decisiones para romper el ciclo de desigualdad y discriminación de género, detener la violencia contra las mujeres, reducir la pobreza y poner fin a la cultura de la impunidad por violaciones de los derechos humanos. La erradicación del matrimonio precoz y forzado de niñas es un paso decisivo hacia el desarrollo sostenible, la paz, la seguridad y la democracia.”
Razones sobradas.
Por @letra_escarlata