Mujeres y menores como reclamo de un congreso a favor para la gestación subrogada en España
Derechos Humanos,  Explotación reproductiva,  Feminismo,  Gestación Subrogada,  GPA,  Vientres de Alquiler

Mujeres y menores como reclamo de un congreso a favor de la gestación subrogada en España

Publicado en Nueva Revolución 30 de mayo de 2025

 

 

 

 

 

 

Teresa Domínguez es copresidenta y cofundadora de AFRA Mujeres, investigadora,  divulgadora feminista y creadora del proyecto letraescarlata.org y CatavinasPodcast

El 20 de mayo de 2025, esta columna fue enviada a Europa Press en respuesta a su artículo “Son Nuestros Hijos organiza un congreso sobre gestación subrogada frente al ‘ataque continuo’ del Estado”. Pese a solicitar su difusión por ofrecer una perspectiva crítica sobre un tema de interés público, no hubo respuesta tras el plazo de una semana establecido. Por ello, pueden hoy leerla en Nueva Revolución cómo crítica a dicho Congreso y lo que representa.

El II Congreso Internacional de Mujeres y Gestación por Sustitución, organizado por Son Nuestros Hijos para el 6 de septiembre 2025, según un artículo de Europa Press, se presenta como una plataforma para un supuesto “debate urgente”. En él, se denuncia una supuesta “desprotección gravísima” causada por la nueva instrucción del Gobierno español de 2025, “(Instrucción de 28 de abril de 2025, de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, sobre actualización del régimen registral de la filiación de los nacimientos mediante gestación por sustitución)”, afirmando que este supuesto desamparo “alcanza los miles”. Contrario a lo afirmado, la , la instrucción de 2025 no deja a los menores desprotegidos; más bien, según propia instrucción del Ministerio de Justicia, restablece los cauces habituales de filiación por vínculo biológico o adopción, reconociendo como progenitora a la mujer que dio a luz (quien podría renunciar a la filiación), enfoque reforzado por distintas sentencias del Tribunal Supremo que afirma que la gestación subrogada no puede ser un mecanismo para eludir la normativa española.

Además, la magnitud sugerida por la asociación sobre la cantidad de casos resulta exagerada, y la realidad es que la verdadera desprotección es la que generan los propios defensores de esta práctica, quienes, al recurrir a terceros países, contravienen la ley española y exponen a los menores nacidos a situaciones de incertidumbre jurídica, creando el problema que luego denuncian. Esta dinámica vulnera tanto los derechos de los bebés como los de las madres, frecuentemente en contextos de desigualdad económica y social.

También se argumenta en el artículo que la filiación por parto genera discriminación contra familias LGTBI, y que la derogación de una instrucción previa ha revertido una supuesta «equiparación de derechos, afectando únicamente a las familias diversas”». Esta afirmación, además de misógina, ignora la lucha histórica de las mujeres por el reconocimiento de la filiación por parto, un principio que busca garantizar el derecho fundamental de las madres a ser reconocidas como tales. Durante siglos, las mujeres han enfrentado el despojo de su maternidad que otorgaban el control legal de los hijos al padre o al Estado. La filiación por parto no discrimina a nadie, por el contrario, responde a una deuda histórica con las mujeres, cuyos derechos reproductivos y de maternidad han sido sistemáticamente negados. La gestación subrogada, al desvincular a la madre gestante de la filiación, perpetúa la discriminación contra las mujeres, retrocediendo a una era de instrumentalización y negación de sus derechos.

Es de resaltar que dicho congreso utiliza la imagen de las mujeres, presentándolas como protagonistas de un debate que, en realidad, perpetúa la narrativa de que sus cuerpos pueden ser instrumentalizados para satisfacer deseos individuales. Los partidarios de legalizar esta práctica, contraria a los derechos humanos, recurren a una estrategia de marketing tan cínica como efectiva: poner a las mujeres como reclamo para dar una fachada de legitimidad y a los menores como escudo emocional para desviar las críticas. La asociación ha declarado que, a diferencia de su primer congreso en Bilbao hace dos años, en esta edición el cien por cien de las participantes son mujeres, una decisión que, lejos de promover la igualdad, evidencia aún más su uso como reclamo para normalizar la gestación subrogada. Esta estrategia no busca empoderar a las mujeres, sino explotar su imagen para legitimar una práctica éticamente cuestionable. Como ha señalado la Organización de las Naciones Unidas en su informe de 2018, considerar la gestación subrogada como un “derecho” implica tratar a los niños como bienes transaccionales, negando su dignidad inherente y su derecho a conocer sus orígenes biológicos.

En cuanto a las ponentes en la mesa redonda, intervienen: Antonia Durán Ayago, catedrática de Derecho Internacional Privado de la Universidad de Salamanca; María Isabel Jociles Rubio, catedrática de Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid; y Mar González, profesora de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla, hay que decir que tienen una clara vinculación con la defensa de los vientres de alquiler. Durán ha publicado trabajos académicos y participado en debates abogando por su regulación en España para garantizar la seguridad jurídica de menores y familias, omitiendo las implicaciones éticas de la explotación reproductiva. Jociles ha liderado investigaciones que normalizan los vínculos socioafectivos en familias creadas por subrogación, sin abordar suficientemente la cosificación de las madres gestantes. La participación de estas académicas, cuyas investigaciones y posturas públicas apoyan la legitimación de la gestación subrogada, evidencia un sesgo en el congreso que prioriza intereses particulares sobre los derechos humanos de mujeres y menores.

Además, la participación de ciertos menores, en este congreso, (obviando los testimonios de voces contrarias) responde a una estrategia de los lobbies pro-subrogación para presentar la gestación subrogada como una experiencia positiva, invisibilizando las problemáticas éticas, jurídicas y emocionales asociadas a la instrumentalización de las madres que gestan y dan a luz y la mercantilización de la maternidad.

Aprovecho para recomendar el libro de Olivia Maurel, “Où Est Tu Maman», quien supo tardíamente que nació por esta práctica, donde denuncia la comercialización del cuerpo humano y la violación de la dignidad de los menores, destacando el impacto psicológico de saber que fue “encargada” mediante un contrato comercial. Testimonios que contradicen la narrativa del congreso al exponer el trauma de la separación de la madre biológica y la mercantilización de sus orígenes. La omisión de voces críticas en el congreso refuerza su sesgo. Estudios como el de Ibone Olza critican que se minimice el impacto emocional en gestantes y bebés, especialmente a largo plazo.

La idea de un “debate urgente” es una construcción artificial que desvía la atención de los problemas estructurales de los vientres de alquiler. Las mujeres, a menudo en contextos de precariedad económica o social, enfrentan presiones que comprometen su consentimiento libre, incluso en los modelos denominados “altruistas”. La experiencia de países como Suecia, que ha prohibido esta práctica tras un análisis exhaustivo, demuestra que la abolición es una medida coherente con la protección de los derechos humanos. En lugar de un debate que legitime la explotación reproductiva, lo que se requiere es un compromiso firme para combatir la mercantilización de los cuerpos de las mujeres y los derechos de los menores.

Pero no es el único evento que vienen anunciando. El partido Feministas al Congreso, ha lanzado una campaña de adhesión para exigir la retirada de un curso de la UNED titulado “¿Avanzamos hacia una regulación de la gestación por sustitución en España con garantías?”, que se cerrará en julio 2025, que promueve la regulación de una práctica contraria a los derechos humanos. Este curso está dirigido por Mª José Cabezudo Bajo, Catedrática de Derecho Procesal de la UNED, y está coordinado por David González Gepe, responsable de la Unidad de Psicología de las Clínicas de Reproducción Asistida Ginemed de Madrid. Además de su labor docente, Cabezudo ha liderado el grupo de investigación TECRED (Tecnologías Reproductivas y Derecho) y ha publicado diversos trabajos sobre la gestación subrogada. Lidera el proyecto de investigación «Avances en la regulación española de la gestación por sustitución conforme al Derecho comparado» (IMIENS-2019-004), que busca proponer un marco regulatorio basado en modelos internacionales. De hecho, su trayectoria en este ámbito fue reconocida en octubre de 2024, cuando la asociación Son Nuestros Hijos le otorgó un premio por su contribución a esta práctica.

Además, en este curso, intervienen ponentes coincidentes con el II Congreso Internacional de Mujeres y Gestación por Sustitución, organizado por Son Nuestros Hijos, ponentes que mantienen una postura favorable y notoria hacia la gestación subrogada. La campaña de la PFAC, invita a la ciudadanía a unirse a la petición para frenar los esfuerzos que buscan legitimar la explotación reproductiva bajo la apariencia de un debate académico.

La maternidad subrogada no es un avance progresista, sino una forma de explotación que mercantiliza los cuerpos de las mujeres y los derechos de los menores, perpetuando desigualdades estructurales enraizadas en el patriarcado. Es imperativo que la ciudadanía rechace estas narrativas engañosas, se una a la lucha por la abolición de esta práctica, y defienda un futuro donde la justicia, la dignidad y la igualdad prevalezcan sobre los intereses comerciales.

 

¿Qué es el gaypitalismo? ¿Cómo ha pasado una comunidad de ser la más admirada y luchadora a raíz del SIDA, con todos los logros conseguidos, a ser sometida por el liberalismo y convertirse en su gran capataz? ¿Cómo han conseguido unos cuántos oligayrcas hacerse con ella y transformarla en un negocio?» Shangay Lily

Creadora de Letra Escarlata "Waking up to our fake world" Revista de divulgación feminista

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